Fases en la construcción
Que un pueblo o comunidad vaya en romeria para celebrar la fiesta del patrón o patrona es algo muy común en nuestra cultura, pero que para cumplir con la tradición centenaria haya que construir un puente, si un puente cada año sobre el río ería; eso seguramente no sea tan común.Pues es lo que se hace en San Esteban de Nogales, un pueblecito encantador al sur de la provincia de León desde el siglo XXVII.Cuenta la tradición que las gentes de Nogales querían tener su propia iglesia en el centro del pueblo (actual iglesia de San Esteban de Nogales) y no tener que desplazarse al Real Monasterio de Santa María de Nogales para oír misa pero el Abad del convento (que así es como le llamamos nosotros) y que a su vez era el amo de todas las tierras de Val de Aria (transformado en Valle del Eria y actualmente conocida como Valderia) se oponía a la construcción de una iglesia para el pueblo. Tanto insistieron los rudos sanestebeños que al fin el Abad accedió y dio su aprobación para que se construyera una ermina en honor a San Jorge (la orden Cistenciense eran devotos del santo) pero no en el centro del pueblo sino al otro lado del río Eria para que quien como cuenta la tradición: "quien quiera ir a misa, que se moje el culo"Es este el origen de tan peculiar, curiosa y a la vez bonita romería primaveral en honor a nuestro patrón San Jorge.Un bando municipal cita a los vecinos del pueblo y forasteros que lo deseen a "hacendera" (o como también decimos: yera o era) para construir el puente de palos (humeros), ramajo, escobos y cesped en el río.Con el lanzamiento de un volador comienza una jornada de sábado primaveral en la plaza del pueblo para repartir las tareas: Unos irán a recoger ramajo y escobos al monte, otros a la era a por césped que servirá de solado y los menos al río a montar una estructura digna de cualquier arquitecto o ingeniero."Cuando un pueblo se une, colabora y trabaja en equipo,
es capaz de construir un puente en un día"
Video-fotos proceso
Vídeo colocación cesped