Sería osado afirmar que tengo todas las repuestas pero tampoco es descabellado pensar que la gente disfruta y tiene ganas de cine. Tengo que admitir que me emocioné observando las largas colas que se formaban en las taquillas, personas ávidas de disfrutar de una buena película por algo menos de 3 euros. Así que el primer triunfo fue el sentimental, el de observar que los ciudadanos aún se ilusionan con el cine.
Ahora busquemos soluciones. Empieza a ser acuciante la necesidad de ofertar bonos mensuales baratos. En otros países europeos es habitual ofrecer estas promociones que, por apenas 20 euros al mes, te permiten disfrutar durante ese período de todas las películas que quieras. ¿Por qué no probarlo aquí? Ya se hizo algo así en un cine de Cataluña y la gente respondió de manera fantástica.
Este movimiento espontáneo de asistencia a las salas podemos dejarlo como algo aislado o aprovecharlo para reactivar el sector. Ahora es un gran momento para estudiar propuestas que ayuden a rebajar el precio de las entradas; es más interesante tener cien personas por 3 euros que diez por 9. Las grandes beneficiadas de la Fiesta del cine fueron "Gravity", "El mayordomo" y "Las brujas de Zugarramurdi" entre otras.
Por tanto, planteo dos iniciativas inmediatas: La rebaja del IVA cultural y la promoción a través de bonos ó precios reducidos que ayuden a mantener la presencia de todas esas personas que, tras mucho tiempo, han vuelto a pisar una sala de cine. No le dejemos morir lentamente, no permitamos que la gran pantalla desaparezca porque el cine en pantalla pequeña es menos cine.
José Daniel Díaz