La delegación de la FIFA arrancará su gira de inspección este jueves en San Petersburgo, cuyo estadio acogerá una de las semifinales del Mundial, además de la Copa Confederaciones en 2017 y varios partidos de la Eurocopa en 2020.
Precisamente, el estadio de la antigua capital imperial, que tendrá una capacidad de unos 66.000 espectadores, aún se encuentra en proceso de construcción y ha estado salpicado por retrasos, cambios de planificación y aumento de los costes iniciales.
Los siguientes destinos de la delegación serán el viernes el estadio de Kazán, que ya albergó la Universiada en 2013, y el sábado, el de Sochi, que acogió las ceremonias de inauguración y clausura de los Juegos Olímpicos de Invierno en febrero pasado.El punto final de la visita será el domingo y lunes la capital rusa, que contará dentro de cuatro años con dos estadios: el Luzhnikí, que acogerá la final y está siendo remodelado, y el del Spartak, sede de una de las semifinales e inaugurado en septiembre.
Además de los estadios, los especialistas de la FIFA y del comité organizador local inspeccionarán los preparativos en materia de seguridad, transporte, hostelería y comunicaciones.
Tras los antecedentes de Brasil, la FIFA ha permitido a Rusia reducir el aforo mínimo de los estadios mundialistas de 45.000 a 35.000 asientos.
"No sólo lo hacen por hacernos un favor, sino porque tras analizar la situación en el Mundial de Brasil, quedó claro que no todos los estadios estaban llenos y existe el temor de que tras el campeonato esos estadios no sean aprovechados", dijo recientemente Vladímir Putin, presidente ruso.