Federico Fazio es uno de los ejemplos de esos jugadores que sin llegar a Primera División dan el salto a Europa. El comienzo, allá por 2005, fue en Ferro, donde se destacó por su altura (1,95), y en consecuencia, capacidad de ganar arriba. Cuarenta y ocho partidos pasaron para que el Sevilla decida colocar 800 mil euros en la totalidad del pase del entonces juvenil de 18 años.
Partícipe en la campaña de ascenso en 2007, su nombre siguió sonando por estos lares debido a que integró el equipo que se consagró campeón del mundo con el seleccionado sub 20 dirigido entonces por Hugo Tocalli en Canadá; y más tarde se colgó la medalla de oro junto a Messi y compañía en Beijing 2008.
Ya lleva 5 años en la ciudad andaluz, y a pesar de algunas irregularidades en el rendimiento, ha pisado fuerte en los clásicos ante Betis, y el fin de semana fue de vital importancia para la goleada de los sevillanos por 5 a 1 marcando dos goles.
Si hay algo que debe corregir es su irregularidad en cuanto al rendimiento, ya que los inicios ligueros siempre lo han tenido con buenas presencias. Por ejemplo, su único tanto en el torneo había sido en la primera fecha ante Getafe; sin embargo, con el correr de los partidos el técnico Michel ya había mostrado un descontento en cuanto a lo que veía dentro de la cancha. De todos modos, los clásicos son partidos aparte, y quedó demostrado una vez más en lo hecho por Fazio. Ahora quedará en él mantener lo hecho el último domingo.