El Estadio Do Dragao era el escenario para los cuartos de final de la Copa de la Liga de Portugal. Allí, el Porto y el Vitória de Setúbal se veían las caras.
“Bienvenido Comandante”. La bandera representaba una simple muestra de afecto para Lucho Gonzalez, que volvía al lugar que lo vio crecer como futbolista europeo. Unas 27 mil personas esperaban por el retorno de uno de sus máximos ídolos.
El bonaerense había estado en el club portugués entre 2006 y 2011, donde consiguió cuatro ligas consecutivas (2006, 2007, 2008 y 2009), una Supercopa de Portugal en 2006 y una Copa de Portugal también ese año.
Era la presentación de otro refuerzo también, Mar Janko, un lungo austriaco que llegaba proveniente del Red Bull Salzburg. Ambos fueron los artífices de la victoria.
El delantero marcó el segundo a los 68 minutos, pero sin dudas el gol más emotivo fue el de Lucho, que lució un extraño número 3. No sólo por lo que significó, para abrir el marcador y adelantar al local, sino también por el peso emocional y la espectacularidad del mismo.
En una vuelta que fue similar a la de Henry al Arsenal. Por el redebut, la competición y el gol, Lucho Gonzalez hizo los méritos suficientes para erguirse como la Figura del Fin de Semana.