La Figura del Fin de Semana: Scocco y el otro doblete a River

Publicado el 10 septiembre 2012 por Marianofusco

Para quienes mamamos fútbol de todas partes del mundo, y a diario, era común escuchar el nombre de Ignacio Scocco relacionado con el gol, cuando llegaban las noticias de sus buenas actuaciones en el AEK Atenas, club en el que convirtió 30 goles en los 80 partidos que disputó en sus tres años de contrato.

Lo cierto es que el chico de Hughes, un pequeño pueblito de Santa Fé, debutó a los 19 años en la Primera de Newell’s en el Clausura 2004 y fue pieza clave en aquel equipo del Tolo Gallego que consiguiera el título en el Apertura, donde compartía equipo con Fernando Belluschi, Ariel Ortega y Iván Borghello.

Estuvo una temporada más, donde alternó buenas y malas (15 goles en 51 partidos) y  fue vendido a los Pumas de la UNAM. Luego del mencionado paso por Grecia, su último destino fue la liga de Emiratos, donde estuvo un año en el Al Aín y salió campeón. Incluso lo vimos convirtiéndole goles al equipo de Maradona..

Pero la adaptación no fue fácil y la decisión de volver al fútbol argentino lo tentó. Lo quisieron River y Racing, pero apareció aquella institución que le había dado la posibilidad de debutar, y ante el regreso de algunos ídolos a la institución, no dudó.

Su retorno a las canchas rosarinas lo vio en buena forma. “Vine para sumar” había declarado días antes, y claro que lo hizo… en su redebut ingresó desde el banco y clavó un zapatazo terrible para llevarse el 1-0 ante San Martín de San Juan.

Sus dos goles a River que enmudecieron el Monumental lo señalaron rápidamente como la figura del fin de semana en la Argentina; y fue tan así, porque no solo fue decisivo en el marcador, también participó de la jugada del 1ero y fue funcional en defensa. 

No fue la primera vez que el Millonario debe sufrir los festejos de Nacho. En su último torneo en Newell’s antes de partir, los entonces dirigidos por Nery Pumpido vencieron por 3 a 1 a los de Passarella en el Coloso del Parque. Fue la tarde que Ariel Arnaldo Ortega le convirtió un gol al equipo de sus amores y se tapó la cara con la camiseta para disimular el desahogo. Fue un 3 a 1 contundente, en el que Scocco, casualmente, también convirtió de a dos.