Esta mañana en la portada de "El País" apareció un titular de lo más claro "La cúpula directiva de Camps montó la trama ilegal para financiar al PP". Sí, a pesar de el tribunal valenciano no quiere saber nada del Caso Gürtel, un informe policial dice que dicha trama existe, que cuatro dirigentes del PP valenciano conocían esta financiación ilegal.
En este periódico se dice las razones por las que la justicia valenciana podría no querer investigar esta trama. Y es que el presidente del tribunal supremo valenciano Juan Luis de la Rúa es un amigo declarado del presidente Francisco Camps. Cómo me decía mi abuela "hay que tener amigos hasta en el infierno", allí habría que mandar a todo aquel que robara de las arcas públicas. Y si roban por lo menos que lo repartan con los españoles que para eso pagamos nuestros impuestos.
Pero el Partido Popular son de los que piensan que una buena defensa es un buen ataque y acusan al Gobierno de realizar escuchas telefónicas ilegales para intentar desviar la atención de los ciudadanos. Es como cuando un niño en el colegio se mete con otro diciéndole "tu madre es gorda y fea" y el otro le contesta "si, pero al menos la mia no es pu....". Y como era de esperar el secretario general del PP en la Comunidad Valenciana ha respondido a esta noticia acusando al Ministro de Interior de haber encargado a la policía un informe falso.
Si es que al final los políticos que roban dinero público es como aquel padre que le da a su hijo de 8 años, 100 euros a la semana y el niño se lo gasta en caprichos, con los años el chaval crece, la paga que les dan los padres pasan de 100 a 200 y se creen que todo se soluciona con dinero. ¿Qué no tienen quien les aguante? alquilan una novia por horas, ¿Que les cae mal su compañero de universidad? no pasa nada, seguro que hay alguien que por unos pocos euros les rompen las piernas. ¿Qué se les acaba el presupuesto personal? ¡Qué no cunda el pánico!, lo roban disimuladamente de los demás.