Símbolo de la pureza que surge de entre la inmundicia, recordando la condición del hombre: hecho de material corrompible, su ser puede elevarse hacia planos sublimes.
Cuando la flor está cerrada no huele, pero al abrirse su perfume es fuerte y parecido al del jacinto. Los pétalos se abren y elevan al amanecer, y al anochecer se vuelve a cerrar y se hunde bajo el agua.
Pureza, belleza, majestuosidad, gracia, fertilidad, abundancia, riqueza, sabiduría y serenidad
A veces es bueno fijarse en la belleza que puede esconderse entre la inmundicia, cuando la búsqueda parte del corazón los ojos alcanzan a ver la belleza. Por que en esencia el corazón es de la materia que está confeccionada; fragancia, limpieza, ternura y suavidad.
Pero si nos paramos a observar con la mirada que busca el loto, que es la mirada desde el corazón encontramos la belleza, la abundancia, la sabiduría que existe en cualquier circunstancia y lugar.
Cuando te cubran las sombras y llegue el anochecer, conecta con tu corazón y busca alrededor la flor del loto.