Casi 500 años después de que el proyecto de la Basílica de San Lorenzo quedara abandonado sin construirse la fachada diseñada por Miguel Ángel, el alcalde de la ciudad quiere dar vida a la visión que tuvo el artista.
La Basílica de San Lorenzo lleva cinco siglos con su fachada sin terminar, tan sólo construida con los ladrillos que deberían haber sostenido el diseño que Miguel Ángel esbozó para el edificio. El alcalde florentino, Matteo Renzi, ha llamado a un referéndum para que los ciudadanos voten sobre los planes para la fachada de la iglesia de 1515, cuando fueron presentados por Miguel Ángel para el Papa León X, según informa el diario «The Telegraph».
El proyecto fue dejado de lado por el Papa a causa de su elevado coste, ya que Miguel Ángel quería usar mármol de Carrara en vez de un mármol más barato procedente de las colinas cercanas a la capital de la Toscana. La muerte de un albañil que fue golpeado en la cabeza por una pieza de mármol terminó por condenar el proyecto en 1520.
El proyecto de Miguel Ángel
El diseño de Miguel Ángel para la fachada de la basílica podría ser llevado a cabo casi hasta el último detalle gracias al documento riguroso estudio del artista, los numerosos dibujos y las maquetas de madera que aún existen, con una visión clásica de columnas de mármol, pórticos y estatuas. La idea sería la de completar la fachada en 2015 coincidiendo con el quinto centenario del proyecto arquitectónico.
«Hoy, medio milenio más tarde, tenemos la capacidad para llevar a buen término el trabajo de Miguel Ángel y para completar la fachada inconclusa de San Lorenzo», dijo Renzi. Los tres millones necesarios para financiar el proyecto tendrían que venir de patrocinadores privados.
Sin embargo, también existen voces críticas con la iniciativa del alcalde. Antonio Paolucci, director de los Museos Vaticanos aseguró que «no sería apropiado, porque habría que superponer técnicas de construcción y una sensibilidad arquitectónica que no estaría en armonía con el edificio original».
La estructura actual fue diseñada por Filippo Brunelleschi, uno de las figuras más importantes a principios de la arquitectura del Renacimiento en Florencia, y fue construido entre 1422 y 1469. Durante siglos fue considerada como la iglesia parroquial de la familia Medici, que financió su construcción. (larazon.es)