Menos ayer. Me medio dormí en el metro (los madrugones me matan), y cuando aterricé en Indautxu, se me antojó un sandwich de La Florinda, de esos de salmón ahumado. Eran cerca de las cuatro de la tarde, y ya, como que no apetecia sentarse a comer en el comedor, sino matar el hambre, antes de que me matara a mi. Ale, yo que llego, sonriendo y salivando imaginando el sandwich que me iba a zampar, cuando llego, y veo la balda vacía: #merde tenia antojo de salmón. Pues nada, a conformarse con el pavo, e imaginarse que es salmón. Chica, no queda otra, recuerda, cuatro de la tarde, hambre a morir, y un tormentón amenazando por Abando.
Lo bueno de los sandwiches de La Florinda (grupo Yandiola, todos en el edificio de la Alhóndiga), es que son recientes, ellos mismos los preparan y envasan, colocándoles una pegatina del restaurante. Al menos no son los DS de la calle Lutxana (adictivos, cual fast food, pero desde luego hipercalóricos), o los famosos Ñaming. Se agradece que si al menos tienes que comer sola, cual la loca de la plaza Arriquibar, al menos, que la comida no sea un despojo de ingredientes. En este caso, dos triángulos de pan de molde, con lechuga, zanahoria (de bote), espárrago blanco, huevo cocido, mayonesa y pavo. Me sorprendió la mayonesa en un sandwich de pavo, me imaginaba queso de untar light o algo así, quizás por que mi cerebro asocia pavo con dieta, y la verdad, la mayonesa, muy de dieta no es.
Volvemos a comer entre reunión y reunión, y en soledad, parece que estoy teniendo un déjà vu.
LA FLORINDAPlaza Arriquibar, 1. Edificio de la Alhóndiga. Bilbao
Ensaladas, gazpacho, taboulé, sandwiches, y unos cuantos postres, para todos aquellos que vamos a la carrera por Bilbao, sin tiempo para comer, pero que no queremos sentirnos culpables de comer cualquier deshecho.
Sandwich de pavo y botellín de agua, de 33cl, por poco más de 4€, eso sí, sentada en una mesa de ajedrez.