Ya navega la tercera flotilla, llamada de la libertad, cuando debería llamarse de la hipocresía, que pretende romper lo que ellos llaman el bloqueo que Israel mantiene en Gaza.
Para empezar, bloqueo es lo que hizo la Alemania del Este con Berlín, es decir total aislamiento, mientras Gaza se suministra de electricidad, agua y otros servicios, incluso médicos y hospitalarios desde Israel y se pueden introducir mercancías por tres puestos fronterizos, mientras sean mercancías autorizadas y se inspeccionen a fondo. Lo que ocurre es que cuando hay tensión, como cuando el año pasado los de Hamas secuestraron y asesinaron a tres jóvenes israelitas, los controles se hacen exageradamente duros e incluso llega a cerrarse el tráfico por la frontera. Lo que persigue Israel con sus limitaciones fronterizas con Gaza es impedir el tráfico de armas y controlar las personas que pasan por la frontera, porque por si alguien no se ha enterado todavía Israel tiene un problema de terrorismo palestino, razón por la cual el trasiego de personas a través de los puntos fronterizos es muy limitado.
En segundo lugar, quien desde la primera flotilla es su promotor y organizador en la sombra es Ismail Haniyeh, líder de Hamas, la organización islamista radical que ha apoyado y defendido el Estado Islámico hasta mayo de este año y ahora están enfrentados porque los del Estado Islámico desobedecieron las ordenes de Hamas y dispararon misiles contra Israel desde Gaza, cuando Hamas había cortado los lanzamientos, después de más de 10.000 cohetes, por miedo a las duras represalias israelitas. Hamas es quien gobierna en Gaza bajo un régimen dictatorial que, entre otras barbaridades, realiza ejecuciones en plena calle de un disparo en la cabeza.
Si los que organizan y participan en dichas flotillas no fuesen una pandilla de hipócritas y quisiesen hacer algo realmente eficaz para denunciar los obstáculos al tráfico normal de mercancías que Israel impone en su frontera con Gaza, lo que tendrían que hacer es cargar todas las mercancías que transporta la flotilla en varios camiones y encaminarse a uno de los tres puestos fronterizos para introducir la carga en Gaza una vez inspeccionada, y en el probable caso que Israel impidiese total o parcialmente el suministro a Gaza denunciar con base cierta y pruebas que Israel impide el suministro de productos básicos y necesarios a Gaza, pero no lo harán nunca en primer lugar porque corren el riesgo de que el único inconveniente que encuentren para llegar a Gaza sea una larga cola, y además está muy claro que los suministros no son el objetivo de la flotilla, sino poner a los israelitas en graves problemas, con razón o sin ella, que les den pié a denunciar el exhaustivo control israelita de las fronteras, calificándolo erróneamente de bloqueo, en ningún caso para poder introducir cualquier mercancía con total normalidad sino para que sea más fácil proveerse de armas.
Una de las hipócritas que va en la flotilla es la monja de Ala, Teresa Forcades, que embarcó el día después de que el vaticano le sacara tarjeta amarilla, no por estar involucrada en política, que en cualquier otra circunstancia el Vaticano podría incluso apoyarla, sino porque su actividad política se da bofetadas con la orden en la que ingresó y los votos que asumió. Esta señora va dejando rastro allí donde se mete y de momento su campaña contra las vacunas ya ha llevado a un niño con difteria al Hospital de la Vall d’Hebrón, mientras defiende el MMS (Miracle Mineral Solution, o Suplemento Mineral Milagroso) un producto basado en la lejía (si, la lejía), que cura desde el cáncer a los pies planos, cuyos defensores, como la monja de Ala, hablan continuamente de conspiraciones gubernamentales y farmacéuticas contra ellos, y sin embargo, ni en España, donde su comercialización está prohibida, ni en ningún otro país, ni uno solo de sus defensores ha iniciado los trámites para su homologación y autorización por las autoridades sanitarias, a pesar que desde los 90, cuando Jim Humble un buscador de oro en Africa y hoy día gran jefe de la Church of Health and Healing (Iglesia de la Salud y la Curación) fundada por él, lo descubrió han tenido tiempo de sobras. Como la monja Forcades yo tampoco estoy en absoluto de acuerdo con el liberalismo salvaje que nos han impuesto desde Maggie Tatcher y Ronald Reagan a Merkel y la Unión Estúpida, pero si por desgracia quienes modifican o cambian el sistema son los que piensan como la monja de Ala al cabo de pocos años todos seremos iguales, igual de pobres e igual de hambrientos.
Como no podía ser de otra forma el día en que la monja de Ala partió hacia el lugar en el que va a incorporarse a la flotilla de apoyo al Islam radical, Al-Jazeera TV3 la entrevistó en el mismo aeropuerto del Prat como si fuese la heroína que va a luchar por la democracia y la libertad, y tengo que reconocer que no soporte ni dos minutos de barbaridades proislámicas, a pesar de que ya había soportado lo mío, porque antes de la entrevista Al-Jazeera en catalán habían pasado un breve reportaje del cataliban Joan Roura, que algún día debería aclarar si ha hecho ya su peregrinaje a La Meca, sobre un incidente con los drusos en Siria. No se aclaraba si en Siria o en Israel un grupo de Drusos habían atacado una ambulancia israelita que transportaba a un miembro de Al-Queda herido al que lincharon, y según el cataliban, como que los Drusos están del lado del dictador El-Assad, eso demostraba la implicación de Israel en el conflicto sirio a favor de Estado Islámico y Al-Queda.
El cataliban ha aprendido muy bien a engañar gracias a sus grandes amigos radicales. Es este caso se aprovecha del desconocimiento generalizado sobre quiénes son los drusos. Se trata de un pueblo que habita en su mayoría en el sur de Siria, y en grupos menores en Israel, Irak, Jordania y Líbano, que se relacionan poco con otras comunidades porque siguen una versión esotérica y sumamente rara del Islam, que incluye extrañísimos deberes de venganza y asesinatos rituales. Cuando viví en Siria mis amigos me recomendaron reducir mis relaciones con drusos al mínimo inevitable y me advirtieron de su peligrosidad y de lo incomprensible de muchas de sus acciones. Las razones por la que los drusos lincharon al herido que transportaba la ambulancia pueden ser un montón y todas inexplicables y el hecho de que una ambulancia transportase a un miembro de Al-Queda, se debe a que en Siria no quedan ya hospitales en pie y como explicaba Henrique Cymerman en La Vanguardia hace unas semanas los hospitales israelíes, junto con los de Jordania y Libano, están a tope con heridos de todos los contendientes en Siria. Curiosamente una noticia que según el cataliban era sumamente importante y reveladora de la implicación de Israel en el conflicto sirio no conseguí verla, ni tan solo mencionada de pasada, en ninguno de los muchos medios de comunicación en que la busqué.
Por otro lado si es cierto que Israel se ha sabido aprovechar siempre y con mucha listeza de la manía musulmana de combatir entre ellos, pero son mucho más finos que todo eso, y nunca se pronuncian claramente por un bando.