"Cuando el autobús de dos peniques se detuvo, la señorita Fox-Seton, que estaba acostumbrada a subir y bajar de los autobuses de dos peniques y a abrirse paso por las embarradas calles de Londres, recogió su elegante falda a medida con pulcritud y decoro y se bajó. Una mujer cuya falda a medida tiene que durar dos o tres años aprende pronto a resguardarla de las salpicaduras y se esfuerza en que conserve la frescura de sus pliegues."
La colección Rara Avis de Alba me llamó la atención desde su concepción, se suponía, dijeron, que iban a rescatar rarezas literarias. ¿Cómo no iba a sentirme atraída? Hoy traigo a mi estantería virtual uno de los primeros títulos de la colección, se trata de La formación de una marquesa.
Conocemos a Emily, una mujer cuya posición cambia al casarse con un viudo millonario y trasladarse a una mansión del campo inglés. Sin embargo, no todos los familiares del marqués estarán contentos con la llegada de la nueva marquesa. Por muy buena que ésta sea.
Esta novela que arranca como una novela romántica victoriana casi al uso sufre una metamorfosis cuando llegamos a la segunda parte y aparecen los familiares, sobrinos del marqués. En un primer momento conocemos a Emily y su vida de una forma poco convencional, ya que la autora, pese a mantener un estilo clásico, nos sorprenderá con continuas observaciones sobre la protagonista. Las peripecias de esta mujer que comienza el libro siendo una suerte de secretaria de mujeres nobles nos llegan salpicadas con comentarios sobre su carácter, "de tan buena tonta" nos dice la autora demostrando no tener pelos en la lengua ni problemas para hacer una crítica por encima de lo sutil que provoca la sonrisa del lector.
Llegada la segunda parte, y supongo que por eso podemos encontrarnos una comparación con la obra Rebeca que yo no termino de ver, el libro toma un giro al llenarse con las intrigas de los Osborn cuyo único objetivo es ser los herederos del marqués, para lo cual les sobra la extremadamente buena marquesa.
Un libro entretenido que gana en la segunda parte y que está escrito de una forma sencilla y divertida. Contiene elementos propios de novela victoriana, descripciones y situaciones que a los lectores habituales del género nos resultan familiares, y lo combina con un sentido del humor directo que nos hará reír compartiendo las reflexiones que nos plantea.
Porque seamos sinceros, ¿nunca os habéis planteado que determinados personajes son "demasiado" buenas personas?Y, ¿quienes son vuestros "buenos" literarios favoritos? Porque parece que siempre se pregunta por los "malos".
Gracias.