Año: 2014
Duración: 90 min.
País: Francia
Director: Camille Delamarre
Guión: Luc Besson, Bibi Naceri
Música: Marc Bell
Fotografía: Christophe Collette
Reparto: Paul Walker, David Belle, RZA, Robert Maillet, Carlo Rota, Kalinka Petrie, Bruce Ramsay, Andreas Apergis, Kwasi Songui, Ayisha Issa, Catalina Denis
Productora: Brick Mansions Productions Inc / EuropaCorp
En un Detroit distópico, las antiguas mansiones de ladrillo dan ahora cobijo a los delincuentes más peligrosos de la ciudad. En un intento desesperado por proteger a la población, la policía construye, en torno a esos edificios, un muro de contención. Mientras el agente secreto Damian Coller (Paul Walker) libra una dura batalla contra la corrupción, Lino (David Belle), un expresidiario, intenta llevar una vida honrada. Cuando Tremain (RZA), el capo de la droga, secuestra a la novia de Lino, Damian acepta su ayuda para desmantelar la siniestra trama que pretende acabar con ciudad...
Es curioso que tras el fallecimiento de Paul Walker, sea en una película tan poco memorable la última vez que le veamos actuar, ya que su aparición en Fast and Furious 7 con las escenas que rodó antes del trágico accidente que le costó la vida, todavía está por ver que sean incluidas en el montaje final.
El editor de Transporter 3, Camille Delamarre se atreve a dirigir su primer largometraje, un remake de Distrito 13, obra original de 2004 dirigida por Pierre Morel con el título original de Banlieue 13, la cual, tuvo una secuela en 2009 bajo el título de Distrito 13: Ultimátum.
Luc Besson, director de Nikita, El profesional y El quinto elemento entre muchas otras, ha guionizado y producido muchas películas memorables para el aficionado al género de acción. Éste co-escribe, como hizo antaño (en las predecesoras), junto a Bibi Naceri un guión que destiñe ríos de producto televisivo. Su trama no es desdichada, pero nada que no hayamos, o veamos venir antes de suceder donde algunos giros ¿sorprendentes? en su tramo final plagado de tópicos que hacen el intento de fraguar el final, resta decir que el resultado es poco factible, cerca de errar.
El mayor punto a favor con el que juega el film, es la química entre sus dos personajes principales Damien Collier (Paul Walker) y Lino (David Belle) que cumplen debidamente con los estándares de las buddy movies. En segundo lugar, se puede destacar sus elaboradas coreografías en las escenas de acción dónde predomina el Parkour, deporte callejero de saltos y piruetas por el mobiliario urbano.
De Paul Walker no hay mucho que destacar, su interpretación es un eco que retumba como el Brian O'Conner de Fast and Furious, poco novedosa pero igual de correcta a pesar de ser plasmada en un producto final mucho menor. David Belle, además de actor en las anteriores entregas, es coordinador de especialistas y fundador del Parkour, que aprovecha para lucir su talento en increíbles saltos y piruetas, es lo que termina por salvar al film de hundirlo en la más profunda y olvidada caverna oceánica.
El punto más flojo de la película es su trama, tan sencilla como poco nutritiva. Los malos son de postín, y los buenos no imparten toda la justicia que espera el espectador. Llegado el momento, parece que hay cierta complicidad entre malos y buenos, debido en parte a unas flojas actuaciones de secundarios, más de lo habitual.
Los efectos especiales son comedidos y todo es bastante tradicional, salvo alguna explosión que hace dudar la integridad visual de la escena con texturas asediadas por el fuego digital. Por suerte, se pueden contar con una mano.
El rapero RZA, no es su primera aparición como actor, ha realizado pinitos en diferentes películas como Repo Men, Salidos de cuentas o El hombre de los puños de hierro. En La fortaleza hace acto de aparición como Tremaine Alexander, el malo en cuestión, qué como he dicho, es de postín.
RZA también ha colaborado en la orquestación de algunos films importantes con sus temas musicales, e incluso, componiendo expresamente para éstos. Algunos ejemplos que vale la pena mencionar son Django Unchained y Kill Bill Vol. 1 de Quentin Tarantino, Pacific Rim de Guillermo del Toro o 8 millas con Eminem como protagonista.
Esta vez, la labor ha sido cedida a un desconocido Marc Bell y Trevor Morris, compositor de Immortals o El retorno de los malditos. Ambos crean una banda sonora adecuada para el tipo y calidad final, que bien, sin ser mediocre del todo, es fácilmente olvidable, incluso, para los aficionados al Parkour.