La foto de la indecencia: Dívar y Felipe

Publicado el 19 junio 2012 por Rgalmazan @RGAlmazan

Menuda película. Carlos Dívar, el divino, no dimitió el pasado sábado, quería y tenía la necesidad de salir en la foto con el rey, en el acto del bicentenario de la creación del Tribunal Supremo.

Era una foto que el todavía presidente del CGPJ pretendía tener, a toda costa. Pero, mira por donde, se muere el príncipe heredero de Arabia Saudí y el rey –que ya sabemos cómo se lleva con esa dinastía sátrapa y totalitaria— decide matar dos pájaros de un tiro: marcharse a dar el pésame a Arabia Saudí y evitar la foto con el divino Dívar.

Lo que pasa es que en esa jugada de ajedrez, el jaque no se ha dado al rey, sino al príncipe. O sea, se ha evitado la foto del mata-elefantes con el viajero anuestracosta, pero el padre le ha dejado el muerto al hijo. Así, el príncipe que pretende ser el heredero de papá, se ha encontrado de momento con una herencia indeseable, una foto que, se quiera o no, está envenenada.

Total, se salva de la fotito el rey, pero le deja el encarguito a su hijo, cuando lo lógico es que hubieran provocado la dimisión de Dívar para evitar que fuera a ese acto, representando a los Jueces de este país, y así no tener que hacerse la foto.

Sin embargo, desde la Casa Real han preferido manchar a Felipe que ver a Juan Carlos con Carlos juntos, en una pose elegante de ‘honor’ y ‘decencia’. Una Monarquía que se tambalea y un Poder Judicial que pasa por sus horas más bajas.

Pero desde luego quienes pierden más aquí son las instituciones que representan los susodichos. Por un la la Jefatura del Estado y, por otro lado, el Poder Judicial. ¡Casi nada!

Por cierto que el divino Dívar ha manifestado que él no ha dicho que vaya a dimitir, sino que va a hacer una declaración contundente. La cosa tiene guasa. Sólo faltaba que el jueves este tipo no dimitiera y descubriera otro pastel. Porque, si insiste en que no dijo que se iría, ¿qué puñetas quiere contar contundentemente?

Mientras tanto, el príncipe antes de reinar ya se ha mojado, al haberse hecho una foto con un señorito impresentable. Flaco favor que para salvar al padre, que ya huele, sacrifiquen al hijo. Aunque ya saben ustedes, a río revuelto, ganancia de pescadores.

Salud y República