Aquí vemos dos mundos paralelos. El primero que vemos es uno en que un paisano pasea a caballo, sobre un campo de hierba. el paisano viste de vaqueros azules, con una camisa blanca y un gorro de paja, a lo lejos un bosque, alguna que otra palmera suelta y un monte al fondo, como se trata de imaginar nosotros pensamos que es un volcán. El cielo es azul con nubes, con nubes de tormenta. Muy bonito ese mundo, fijense que la hierba de abajo se confunde con la otra imagen difuminando un mundo con el otro.
El otro mundo es mas "feo", desordenado, roto, pobre. La paisana viste con un vestido de una pieza y sandalias, el suelo está mas roto, descuidado, baldosas, hierba, tablones, piedras. La ropa se tiende junto a la puerta, los cables, la silla de ruedas, los niños jugando debajo de la ropa. El cielo es el mismo en los dos mundos. Un mundo mas real, que no triste.
Ahora es cuando toca mirar el pie de foto: Vista general de la casa de la familia Campos Hernández, que, no cumple con los requisitos para acceder a prestamos de bancos destinados a la reparación de inmuebles en San José (Costa Rica). ¡Vaya! no dice nada de los dos mundos paralelos. Ahora toca pensar un título, nosotros le vamos a poner: los mundos paralelos.
A nosotros que este mundo nos parece una mierda, nos gusta imaginar que a nuestro lado hay otro mundo paralelo, mas bonito, mas azul, mas humano, otro mundo que nos sirve de referencia.
Si a lo mejor no se les ha ocurrido nada, tal vez deberían ver menos la tele.
Les dejamos con una de Eric Whitacre.