Los juguetes han ido evolucionando, aquí vemos a un oso robot que está empujando un carro en el que va sentado un niño. ¡Un oso robot! y para que se vea que es un robot nos enseñan las piernas articuladas. Seguramente ese robot tambíen hablará, nos dirá la hora y se aprenderá nuestro nombre. Los juguetes de nuestros niños se han ido robotizando, todos sus juguetes tienen pilas, son metálicos y vienen con manual de instrucciones. Menos mal que la pelota de fútbol aún sobrevive y alguna que otra peonza.
Los que somos de la generación de Barrio Sésamo nos acordamos de todos esos muñecos que hablaban y sentian. Muñecos como los muñecos que nos rodeaban, blanditos, agradables al tacto, calentitos, con los que se podía dormir.
El oso robot será un prodigio de la tecnología pero el niño de la foto se aburre como una ostra.
Vamos a ver que nos dice Kim Kyung-Hoon que ha sido el autor: "Un niño disfruta de un paseo mientras un robot, vestido de oso, tira de su remolque en un parque en Pekín (China)".
Nosotros la vamos a titular:"Me aburro".
Recuerde que si no se le ocurre nada tal vez debería ver menos la tele.
Les dejamos con Vetusta Morla .