El caso es que primero fui a ver “Contraband”, después fui a ver “Contraband”, y más tarde fui a ver “Contraband”, lo único que las dos últimas veces se llamaba “La fría luz del día” y “Al borde del abismo”.Tres películas con los mismos defectos: elipsis tramposas, personajes planos, y situaciones/diálogos en ocasiones ridículos.
A pesar de esta crítica, he de decir que no me aburrí viendo ninguna de las tres,eso sí, hay que verlas como miraba Elsa Pataki a Adrien Brody, con ojos poco exigentes.
Así que ya sabéis, si solo os queréis entretener un rato os vale cualquiera de las tres, si pedís algo más, pues intentad que no sea en Valladolid que el Ayuntamiento pone multas por pedir.