Pero es extraño esa figura de relegar... como si vivir en un lugar rural fuera un castigo, como si las grandes ciudades fueran el paraíso, y el campo se convirtiera en una prisión sin progreso... aunque en la vorágine de la esperanza pareciera ser que algo de cierto tiene, cuando cada vez los jóvenes buscan trabajo y estudios en sectores urbanos aledaños, mientras la proletarización de los campesinos los hizo pasar de inquilinos a obreros de agroindustria y temporeros. Las pequeñas ciudades parecen convertidas a mantenerse en pie más por la dignidad que da su propia historia que por razones económicas... esa transición constante nos mantiene en uno y otro lado de la frontera de Chile... y sin querer queriendo Ricardo Larraín marcó el punto de inflexión en una de las películas más importantes que la década del noventa le dio a Chile.
"Algo había que conservar, ¿no le parece? Primero perdimos la guerra en España,luego perdí a mi hombre hermoso y cobarde que me dejó un hijo y huyó, luego fue el maremoto y después... volvimos a perder..." le dice Maite a Ramiro, mientras la casa del pasado sigue iluminando un florero y un retrato que lucha contra el mar. Pero ¿qué vale la pena realmente para Ramiro?, es tanto lo sufrido y tanto lo perdido, que el encontrarse en ese mundo mágico en que el mar hace desaparecer, en que los hombres viajan con la mente o con escafandra buscando sus verdades... parece que el pueblo contiene solo malas ilusiones de un mundo triste.
Saludos a todos
Bonus Tracks
1.- Película en IMDB
2.- Comentarios en Filmaffinity
3.- Película en Wikipedia
4.- Escenas escogidas para el blog
5.- Algo de la banda sonora de Jaime de Aguirre
TEMAFINAL.mp3 -
6.- Fotogramas
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