La fuente Castellana

Publicado el 03 octubre 2015 por Tetodelgado @RutasPorMadrid

Fuente de la Castellana.

La fuente Castellana

Paseando por el Madrid Río, entre los árboles, distinguí un obelisco coronado por una estrella. Crucé el modernísimo puente de la Arganzuela y me dirigí allí y encontré este monumento del cual no había ninguna referencia -al menos yo no la vi-. En un libro sobre el paseo de la Castellana, recordé que hubo en la glorieta de Emilio Castelar una fuente del siglo XIX que acabó en la Arganzuela y fue sustituida por el actual monumento de Benlliure. Sin embargo, quise investigar un poquito más sobre esta fuente y, como en otros monumentos madrileños, ha viajado por varios sitios antes de acabar aquí en 1969. ¿Quieres conocer la historia de la fuente Castellana?

Su origen y primera ubicación

En el año 1830 Fernando VII tuvo al fin descendencia. El nacimiento de su primera hija, Isabel, futura reina Isabel II, le llenó de orgullo y, aparentemente, aclaraba la solución dinástica. Por ello, decidió erigir este monumento para conmemorar el nacimiento de Isabel. Sin embargo, el monumento se comenzó a levantar en 1833, año en que falleció Fernando y comenzó el reinado Isabel a la edad de tres años.

Las obras comenzaron el 11 de octubre de 1833, un día después del cumpleaños de la heredera y se prolongaron durante unos cinco años. El monumento fue encargado a Francisco Javier de Mariategui, quien fue ayudado por José de Tomás en la ornamentación, el cantero José Arnilla y el broncista Eugenio Alonso. A pesar de que se pensó ubicarla al final del paseo del Cisne -actual paseo de Eduardo Dato-, donde se hizo un modelo en madera, el obelisco se erigió en la glorieta de Emilio Castelar, añadiéndole una fuente con pilón flanqueada por dos surtidores con forma de esfinge.

Grabado de la Fuente Castellana (1833). Acompañaba a la imagen el siguiente texto: “Vista del obelisco erigido en el nuevo paseo desde la puerta de Recoletos hasta la fuente Castellana”. (Fuente: Biblioteca Nacional de España)

Los desmembramientos y los cambios de ubicación

La fuente, que daba nombre al arroyo que transcurría bajo el actual paseo de la Castellana, estuvo en uso hasta 1869, año en que se decidió retirar los caños en forma de esfinge y llevarlas para que adornasen la entrada al estanque del Retiro. Además, el pilón se sustituyó por una zona ajardinada. La fuente había dejado, pues, de tener uso.

En 1906, con motivo de la erección del monumento creado por suscripción pública al afamado político Castelar, la fuente fue desmontada, pasando la glorieta de llamarse del Obelisco a glorieta de Emilio Castelar. No se supó qué hacer con el monumento hasta 1914, cuando se decidió darle su nueva ubicación: la plaza de Manuel Becerra, donde volvió a recobrar su función acuática al añadírsele un nuevo vaso circular y las antiguas esfinges surtidoras.

Allí permaneció hasta 1969, año en que fue reubicada en su actual localización: el parque de la Arganzuela, junto al río Manzanares y próxima al puente de Toledo. Formó parte entonces de una nueva fuente con juegos de agua.

Con las obras de soterramiento de la M-30 y del Madrid Río (2004-2007), sufrío el último cambio, perdiendo toda la importancia que tuvo en otro tiempo, sin ocupar un lugar destacado dentro del parque -se le quitó su función acuática y se escondió-, a pesar de su historia y su interés histórico artístico.

Madrid. Paseo de la Fuente Castellana. Fotografía tomada por Laurent hacia 1870. (Fuente: Biblioteca Nacional de España)

Inocente, inocente…

Para terminar esta entrada… una curiosidad. El 28 de diciembre de 1906 -día de los Inocentes- el diario ABC sacó una noticia en la que se aseguraba que se habían encontrado un arca con unos documentos y unas monedas en su interior bajo la fuente en su primer desmontaje. Los interesantes hallazgos se llevaron al palacio de Bellas Artes donde todos los madrileños podían ir a verlos -afirmaba el diario-. Lo simpático de la noticia no es la inocentada como tal… ¡sino que muchos madrileños picaron y acudieron a ver los documentos!