La fuente de la vida (The fountain, Darren Aronofsky, 2006. EEUU / Canadá)

La fuente de la vida (The fountain, Darren Aronofsky, 2006. EEUU / Canadá): una de las propuestas de ciencia-ficción más ambiciosas, elaboradas y valientes de los últimos años. Riquísima en simbolismo, compleja e ingeniosa, posee tres tramas en las cuales los protagonistas son los mismos, Hugh Jackman y Rachel Weisz, solo que en distintas líneas temporales (el científico intenta curar el cáncer de su mujer, que está escribiendo una novela sobre la lucha de los españoles contra los mayas en el siglo XVI y donde un hombre encuentra la fuente de la eterna juventud, que no es otra cosa que un árbol. En la tercera porción de la narración, Jackman flota en el espacio, mientras su mujer se ha convertido en ese árbol).  Visualmente se trata de un film arrebatador, además de con una música hermosa, pero cuyo triunfo en la memoria de cada espectador dependerá de cómo uno/a se aproxime a él y sobre la visión que él o ella tengan sobre conceptos tan sensibles como la vida, la muerte o la eternidad. Lo que para un aficionado normal se definiría como una película “rara”.