La fuente de oro - Juan Pedro Cosano

Publicado el 07 marzo 2018 por Esperanza Redondo Morales @esperedondo
Jerez, años treinta. Beltrán de la Riva, heredero de una saga de bodegueros, y Lele Gavilán, una muchacha humilde, son víctimas de un flechazo que los arrastra a una pasión prohibida, a un destino que parece tener sus capítulos escritos: Beltrán puede permitirse una amante aun estando prometido con una aristócrata, y Lele está condenada a ser una mantenida de lujo.

Pero el curso de los acontecimientos dará un giro inesperado, movido sobre todo por el carácter indomable y gentil de Lele.


Edición: 1ª ed. Publicación: Barcelona: Espasa, 2016Descripción física: 597 p., 24 cm.ISBN: 978-84-670-4600-7CDU: 821.134.2-31"19"Signatura: N COS fuePrecio: 19,90 euros en la Casa del Libro
EN EL AMOR Y EN LA GUERRA
Hasta hace poco este autor me era totalmente desconocido, pero unas amigas me regalaron esta novela por mi cumpleaños; una de ellas es Kayena, de cuyo criterio lector me suelo fiar bastante, y que fue la que me dijo que estaba segura de que esta historia me iba a encantar. Recuerdo además que me recalcó que no hiciera ni caso a eso que ponía en la contraportada de que era un Downton Abbey a la española; y efectivamente acertó, porque aunque sabe que a mí esa serie me gustó mucho, después de haber leído la novela estoy totalmente de acuerdo con ella, y es que creo que la historia que nos cuenta Juan Pedro Cosano no tiene nada que ver con la serie. También tengo que decir que en un principio me tiró un poco para atrás leer en la misma portada que se trataba de una historia de amor, que es un género que no me llama demasiado; pero menos mal que hice caso a Kayena, porque me habría perdido una lectura que me ha encantado. Y es que no es sólo una historia de amor, sino que hay muchísimas más cosas detrás; entre ellas la forma tan preciosa de escribir que tiene Cosano, y empezando por el propio título de la novela, que hace referencia tanto al color de los vinos de Jerez como a la riqueza que las bodegas generan en aquella zona.
Nos situamos en los años treinta, muy poco antes de que en nuestro país estalle la Guerra Civil. En esa época la sociedad va a experimentar cambios: la clase adinerada quiere, por supuesto, seguir manteniendo su nivel de vida, al mismo tiempo que la clase obrera comienza a hacer tímidos intentos de exigir mejoras laborales y salariales. Estos enfrentamientos (luchas de poder entre bodegueros, nacimiento de los movimientos sindicales, convocatorias de huelga por parte de los trabajadores) acabarán dando lugar a una época convulsa, repleta de conflictos, y finalmente a la guerra, que en Jerez tuvo unos efectos algo más suaves que en otras zonas de España; por ello el autor utilizará el recurso de trasladarnos también a otros lugares de nuestra geografía, para hacernos partícipes de cómo se van viviendo esos momentos. Y es que el protagonista, Beltrán de la Cueva, es el heredero de las bodegas Beaumont que dirige su padre en Jerez, pero se encuentra (en teoría) realizando sus estudios en Madrid; y a través de sus viajes a esta ciudad y de algunos saltos en el tiempo iremos viendo la evolución del conflicto tanto en la capital como en Sevilla o en Gibraltar, por poner varios ejemplos. Beltrán es el típico señorito andaluz, acostumbrado a tenerlo todo desde que nació, a no aceptar una negativa, a que las mujeres siempre estén a sus pies... Y su vida empezará a cambiar cuando su padre decida que ya va siendo hora de que termine sus estudios en Madrid y se centre en el trabajo en la bodega, que lógicamente heredará algún día.
Lele Gavilán es otro de los pilares en los que se sustenta esta novela. Es una muchacha de clase obrera, de familia muy humilde y guapa a rabiar; y a pesar de las dificultades económicas por las que pasan en su entorno, ante todo es una muchacha feliz, con una felicidad de esas que se contagian. Una falsa acusación de robo hará que Lele pierda su trabajo en la casa en la que sirve, y gracias a algunos contactos será contratada en las bodegas Beaumont; precisamente allí será donde su vida y la de Beltrán se cruzarán (sus miradas ya lo habían hecho antes), esta vez ya sin remedio. Y será a partir de este momento cuando todo cambiará; y no me refiero sólo a las vidas de nuestros protagonistas, sino también a la de su entorno y desde luego a la de toda España.
Una cosa que me ha resultado de lo más curiosa es que, además de ir conociendo al resto de personajes (Maravillas, la prima de Beltrán, con la que éste mantiene una relación de lo más extraña; Antonio Barea, el novio de Lele; Sonsoles, la esposa de Beltrán; Isabelino Ruiz, una figura inquietante a más no poder), también tendremos una ocasión inigualable de recorrer con todo lujo de detalles la ciudad de Jerez. Yo aún no he tenido ocasión de conocerla, pero gente que sí ha estado allí y ha leído la novela me ha confirmado que es tal cual Cosano la describe; así que bien podríamos considerar la ciudad de Jerez como un personaje más de la novela.
Y desde luego, le tengo que dar un diez a la prosa de Cosano; no sólo por lo bonita que resulta la historia sino también por la forma que tiene de contarla, con un ritmo perfecto, un léxico cuidadísimo y unas descripciones maravillosas, desde los olores a los paisajes, las bodegas, la tensión que se respira en el ambiente en algunos momentos, las telas... Una obra de arte, sin lugar a dudas. Así que no puedo más que recomendar esta novela, porque es de las que te atrapan y de las que días después de haber leído siguen en tu cabeza.