La fuerza de la mar

Por Davidalvarez
La mar rompiendo en Los Negros, frente a la costa de Albuerne (Cuideiru)
Hay pocas cosas más impresionantes que observar la mar un día de temporal. Ayer me pasé por Nuveana y pude ver como enormes olas de más de 8 metros rompían contra las rocas de la costa y contra los acantilados.
Temporal en la bocana de la Ría de Avilés en noviembre de 2010
Estos temporales no son raros en invierno y ya se registraron olas de mayor tamaño en otras ocasiones, como en noviembre de 2010, cuando las boyas que miden el oleaje registraron olas de 11,5 metros con un periodo de 17,5 segundos.
Es en estos días cuando nos damos cuenta de la fuerza que tiene la naturaleza y lo pequeños y débiles que somos frente a ella. Las construcciones humanas, las carreteras, los diques y los edificios caen como castillos de arena ante la fuerza del oleaje. Pueden pasar años o décadas, pero al final la mar siempre vuelve a por lo que es suyo llevándose por delante todo lo que encuentre en su camino.

Ayer, la mar volvió a enseñarnos su poder y durante unas horas pude ser testigo que cómo algunas de las rocas que conozco desde niño, como la Porcebera, que hace años escalábamos para anillar cormoranes y que mide más de 30 metros de altura, era rebasada por algunas olas.

Olas rompiendo frente a Verdicio, con la isla de la Herbosa al fondo
Hoy por la mañana me acerqué hasta Verdicio pero la mar ya se había calmado bastante, y aunque había una mar de fondo considerable, las olas no superaban los 4 metros de altura, y fue amainando a medida que pasaban las horas. En unos pocos días se habrá calmado, pero solo es un estado transitorio. La mar es como un león, la mayoría del tiempo esta dormida pero cuando de vez cuando se despierta y nos enseña su verdadera cara.
NOTA: haced click en las fotos para verlas a mayor tamaño.