LA MAYOR DEMOSTRACIÓN DE FUERZA ES LA TERNURA. Aarón Cruz Huelva y José María Toro La ternura no se programa, no se anticipa y no se prepara, simplemente sucede, acontece y se derrama como corriente de amor sin reclamo.La ternura, con su suavidad, lo disuelve todo, lo ablanda todo. Abre lo que estaba cerrado, reaviva los fuegos que se estaba apagando, enciende lo que se apaga y devuelve su presencia a lo que iba, lentamente, desvaneciéndose.La ternura es la célula madre del amor, la partícula elemental de la entrega y un principio básico para la convivencia.Nada ni nadie puede resistirse a la ternura. Es el arma más poderosa y eficaz porque la ternura siempre nos desarma.Cuando tocamos desde la ternura nuestras manos son palomas de la paz que vuelan hasta alcanzar el espacio de los otros y del mundo, no para conquistarlos, poseerlos o dominarlos sino para dejarnos tocar por ellos.La ternura es fuerza sin violencia, música sin ruido, palabra silenciosa, fuego que no quema y pura entrega.La ternura es frescura, brisa suave y caricia excelsa que lo renueva todo.Ser tierno es ser humilde, flexible y manso. El tierno sólo se somete a los dictados del amor y de la entrega.La ternura es la cualidad del brote recién nacido y también la textura del fruto maduro. Por eso, los niños y los ancianos despiertan en nosotros esa ternura que siempre está aguardándonos dentro.Inaugurar cada día con las puertas de la ternura es un decirme y un afirmar que "el tiempo de la ternura es siempre"."La ternura es la suavidad con la que me sale la luz que llevo dentro". Una suavidad llena de fuerza y energía. Una suavidad a la que doy cuerpo en mi tocar, en mi mirar, en mi escuchar, en mi hablar, en mi actuar y en el Silencio que hace de mi ternura la palabra más bella y auténtica que puedo entregar al mundo.JOSÉ MARÍA TORO.