Ahí radica la fuerza de su voz, la razón del trance hipnótico en el que sume su prosa: Márquez se adentra con vocación de pionero en parajes inexplorados y la mirada sobre sus hallazgos nos arrastra al asombro, nos devuelve la inocencia de las primeras miradas.
Juan Carlos Márquez afirma que su libro indaga en los territorios de la familia, recuerda las instrucciones del Génesis: “Creced y multiplicaos, llenad la Tierra”, y la familia se amplía a la estirpe, a la necesidad de crear lazos de un asesino, de un taxidermista, de los viandantes que encuentran una mujer exánime… “Llenad la Tierra” nos introduce en la cara oculta de las relaciones humanas, en un laberinto por el que no podemos resistirnos a avanzar.
Paloma González Rubio