Vinculando marca, Branding, impulsa la fiebre de La Roja
Aún, perdura en el ambiente la ovación del coro de cláxones con el soniquete de este mundial. Persisten edificios con algunas triunfantes banderas asomándose por las ventanas y balcones de cada rincón. Continúa la gloria y la celebración que han irrumpido en el pensamiento de las gentes haciéndonos partícipes de su logro.
Es pues, La Roja, la representante de nuestra victoria manifiesta, del buen juego de equipo, de la interacción de capacidades profesionales e individuales con objetivos de éxito, de la demostración de un compromiso de esfuerzo de alto rendimiento con visión de conjunto, de la promoción de valores que se orientan hacia cambios positivos, de la confianza generada utilizando el control de las habilidades en el disfrute del deporte, es Branding, es marca, es vivencia, emoción...
El distintivo que conservamos de La Roja añade una dimensión de discriminación de las más eficaces, el empleo del color.
En este caso, el rojo es el reclamo de una marca donde la labor de Arte, despierta a los sentidos agradando especialmente al de la vista. Promociona el rojo asociándolo a un concepto, incluso a una emoción, la pasión, la de La Roja. Mantiene abiertos los códigos y canales por los cuales van a circular los mensajes para el usuario.
Tales procedimientos irán referidos hacia el mundo de cada persona, sin olvidar antes, que para todos, es un mundo de objetos cuyas propiedades perceptuales se matizan con color. Así los identificamos y diferenciamos, ya que el color por sí mismo, es una interpretación visual del cerebro, no algo tangible.
Pero, lo más interesante que se observa en la conceptualización del color es la alusión al desarrollo cultural.
Y es aquí, desde donde se pueden apoyar Branding y Arte para fomentar el crecimiento de una cultura deportiva con carisma que movilice el ámbito social. Entonces, podremos declarar que con La Roja se comparte experiencia.