En el cementerio de Crisfield, Maryland, dos ataúdes, uno dorado y otro color bronce, salieron de la tierra debido a la enorme presión ejercida por el agua que dejó Sandy a su paso, lo que hizo que la tierra se hinchara, al no poder absorber más agua.
El agua hizo la presión suficiente como para levantar los bloques de cemento que cubrían las tumbas, dejando los ataúdes al descubierto.
La madre naturaleza descargó toda su fuerza sobre la costa atlántica de los Estados Unidos.
La tormenta tropical Sandy, la más devastadora en décadas, azotó la zona de Estados Unidos más densamente poblada y dejó un enorme caos a su paso, dejando patas arriba infraestructuras y comunicaciones, y haciendo que millones de personas se quedaran sin electricidad así como otras miles de personas huyeran de sus hogares, dañados por el agua, preguntándose cuando podría volver su vida a la normalidad.
La supertormenta Sandy ha causado la muerte de al menos 50 personas, cuando el paso de la temible tormenta aun no ha terminado. Avanza tierra adentro a través de Pensilvania, dónde causará más daños.