Construido como una fortaleza militar defensiva, jamás tuvo este uso y entre 1934 y 1945 fue una prisión. A partir de ese año fue utilizado como sanatorio penitenciario. Pertenece al Ministerio de Defensa, aunque en la actualidad está cerrado y abandonado, ya que el último retén militar de vigilancia lo abandonó en 1991. El domingo 22 de mayo de 1938 había en el fuerte 2.487 presos, pero solo 27 conocían los planes de fuga que se estaban preparando desde hacía tiempo. Aprovechando que los guardias estaban cenando, entre las 20 y las 20.30 horas, 795 presos decidieron protagonizar la mayor fuga de una cárcel de la historia de España. De los 795 fugados, 584 fueron capturados y 207 muertos a tiros en el campo cuando trataban de escapar por el monte. Solo 4 lograron llegar a Francia. Estos son los hechos, los datos, las cifras, la realidad, la Historia. Lo que ocurrió aquel 22 de mayo de 1938 en el fuerte de San Cristóbal durante la fuga, los meses previos y las consecuencias que tuvo es lo que nos narra Carmen Domingo en esta novela que atrapa, seduce y engancha desde la primera hasta la última página. Una novela con un gran ritmo que nos anima a seguir leyendo para saber qué ocurrió con Leopoldo Pico, el cerebro de la fuga y con el resto de sus compañeros, la mayoría de ellos presos políticos. Una novela que, al margen de narrar el episodio de la fuga, nos adentra entre las paredes del fuerte de San Cristóbal, donde seremos testigos de los malos tratos, el hambre y la miseria que padecían los presos en esta cárcel franquista. Unos presos que, a pesar de estar desarmados, desorganizados, débiles, famélicos, hambrientos, casi sin ropa ni calzado y desorientados, a pesar de no conocer la mayoría de ellos que se iba a llevar a cabo una fuga, a pesar de dudar de las posibilidades reales de éxito del plan, a pesar de saber que era una locura que podía convertirse en un suicidio, en una cacería, de lo que sí estaban seguros era de que era su última oportunidad. La única oportunidad de conseguir la ansiada libertad y volver a sus pueblos y sus casas junto a sus familias. La única oportunidad de huir de las garras franquistas. De la miseria, el hambre, el frío, los piojos, las enfermedades, los malos tratos, la humillación, el aislamiento, la muerte. La fuga es una novela que destaca por su gran labor de documentación, su intensidad, su ritmo, su dureza, pero también por la camaradería, la amistad y la solidaridad que respiran sus páginas. Unas páginas que todos deberíamos leer para conocer una historia que por muy increíble que parezca, desgraciadamente ocurrió de verdad. Unos hechos que, aunque no son muy conocidos, forman parte de nuestra historia reciente y que precisamente por eso vale la pena acompañar a los presos del fuerte de San Cristóbal durante la fuga de aquel 22 de mayo de 1938.
Construido como una fortaleza militar defensiva, jamás tuvo este uso y entre 1934 y 1945 fue una prisión. A partir de ese año fue utilizado como sanatorio penitenciario. Pertenece al Ministerio de Defensa, aunque en la actualidad está cerrado y abandonado, ya que el último retén militar de vigilancia lo abandonó en 1991. El domingo 22 de mayo de 1938 había en el fuerte 2.487 presos, pero solo 27 conocían los planes de fuga que se estaban preparando desde hacía tiempo. Aprovechando que los guardias estaban cenando, entre las 20 y las 20.30 horas, 795 presos decidieron protagonizar la mayor fuga de una cárcel de la historia de España. De los 795 fugados, 584 fueron capturados y 207 muertos a tiros en el campo cuando trataban de escapar por el monte. Solo 4 lograron llegar a Francia. Estos son los hechos, los datos, las cifras, la realidad, la Historia. Lo que ocurrió aquel 22 de mayo de 1938 en el fuerte de San Cristóbal durante la fuga, los meses previos y las consecuencias que tuvo es lo que nos narra Carmen Domingo en esta novela que atrapa, seduce y engancha desde la primera hasta la última página. Una novela con un gran ritmo que nos anima a seguir leyendo para saber qué ocurrió con Leopoldo Pico, el cerebro de la fuga y con el resto de sus compañeros, la mayoría de ellos presos políticos. Una novela que, al margen de narrar el episodio de la fuga, nos adentra entre las paredes del fuerte de San Cristóbal, donde seremos testigos de los malos tratos, el hambre y la miseria que padecían los presos en esta cárcel franquista. Unos presos que, a pesar de estar desarmados, desorganizados, débiles, famélicos, hambrientos, casi sin ropa ni calzado y desorientados, a pesar de no conocer la mayoría de ellos que se iba a llevar a cabo una fuga, a pesar de dudar de las posibilidades reales de éxito del plan, a pesar de saber que era una locura que podía convertirse en un suicidio, en una cacería, de lo que sí estaban seguros era de que era su última oportunidad. La única oportunidad de conseguir la ansiada libertad y volver a sus pueblos y sus casas junto a sus familias. La única oportunidad de huir de las garras franquistas. De la miseria, el hambre, el frío, los piojos, las enfermedades, los malos tratos, la humillación, el aislamiento, la muerte. La fuga es una novela que destaca por su gran labor de documentación, su intensidad, su ritmo, su dureza, pero también por la camaradería, la amistad y la solidaridad que respiran sus páginas. Unas páginas que todos deberíamos leer para conocer una historia que por muy increíble que parezca, desgraciadamente ocurrió de verdad. Unos hechos que, aunque no son muy conocidos, forman parte de nuestra historia reciente y que precisamente por eso vale la pena acompañar a los presos del fuerte de San Cristóbal durante la fuga de aquel 22 de mayo de 1938.