La Fundación Daniel y Nina Carasso ha abierto su convocatoria de proyectos 2019, con la que pretende apoyar iniciativas innovadoras de impacto social en el ámbito de la ‘Alimentación Sostenible’ y el ‘Arte Ciudadano’. Después de un año, 2018, dedicado a la reflexión sobre su estrategia, la Fundación afronta 2019 con un nuevo impulso y presenta estas nuevas convocatorias para continuar apoyando, acompañando y conectando a aquellas personas que se atreven a mirar y construir el mundo de otro modo.
El Programa de ‘Alimentación Sostenible’ se enfocará en proyectos relacionados con ‘Obradores compartidos para un sistema alimentario sostenible’, mientras que el Programa de ‘Arte Ciudadano’ se centrará en iniciativas relacionadas con ‘Componer saberes para comprender los desafíos contemporáneos’.
"Con estas convocatorias seguiremos impulsando nuestras dos grandes líneas de intervención, la ‘Alimentación Sostenible’ y el ‘Arte Ciudadano’ para contribuir a un mundo más justo, fomentando el impacto social y acompañando, conectando y difundiendo la labor de personas audaces, movilizadoras y comprometidas que, por sus ideas, sus conocimientos y sus experiencias, consiguen hacer avanzar nuestras sociedades", explica Isabelle Le Galo-Flores, directora para España de La Fundación Daniel y Nina Carasso, quien destaca el recorrido de las ediciones anteriores de 2015 y 2017 que ha apoyado a más de 15 iniciativas.
‘Obradores compartidos’
Desde su creación en 2010, la Fundación Daniel y Nina Carasso apoya, a través de su línea de ‘Alimentación Sostenible’, proyectos de desarrollo sostenible en los sistemas alimentarios con un enfoque sistémico. Esta nueva convocatoria de ‘Obradores compartidos para un sistema alimentario sostenible’ se celebrará cada dos años, y pretende convertirse en una iniciativa complementaria a los demás esfuerzos desplegados en otros ámbitos y sectores para acelerar la transición hacia una alimentación sostenible.
Un obrador compartido es un espacio donde varias personas o empresas pueden preparar sus elaboraciones para sacarlas al mercado con un registro sanitario. La convocatoria persigue el apoyo y acompañamiento en la puesta en marcha y consolidación de estos obradores compartidos, como espacios de gobernanza colectiva que permitan mejorar el modelo económico de producción sostenible y diversificada a pequeña escala de la alimentación agroecológica y local.
Desde la Fundación se considera que lejos de ser un bien común como los demás la alimentación se encuentra en el cruce de múltiples (des)equilibrios. Las decisiones que se toman en torno a ella, desde la producción hasta el consumo, tienen un impacto sobre el conjunto del ecosistema actual: pérdida de biodiversidad, calentamiento climático y desigualdades sociales. Asimismo, la alimentación también es determinante para la salud, actualmente marcada por la persistencia de la malnutrición y el aumento de la obesidad. Por eso desde la Fundación Daniel y Nina Carasso se apuesta por una alimentación sostenible que pasa necesariamente por ser democrática, solidaria y agroecológica.
Esta nueva convocatoria de ‘Obradores Sostenibles’ se inscribe en el nuevo ciclo estratégico de cinco años (2019-2023) de la Fundación. Está pensada como iniciativa complementaria a todos los demás esfuerzos desplegados en otros ámbitos y sectores a favor de la aceleración de la transición hacia una alimentación sostenible y será convocada cada dos años.
‘Componer saberes’
La convocatoria de ‘Componer saberes para comprender los desafíos contemporáneos’ parte de la complejidad de los retos que afectan a las sociedades actuales, como el cambio climático, la destrucción de ecosistemas, al escasez de recursos que sustentan la vida en un planeta finito, la despoblación rural, la inestabilidad de los sistemas económicos, las crisis multifacéticas, etc., que requieren de una producción transdisciplinar de conocimiento y de una ciudadanía activa que participe en la recepción, generación y uso crítico de esos saberes.
A través de esta convocatoria, la Fundación busca propiciar contextos de encuentro, colaboración e hibridación entre las ciencias y las humanidades, las artes y la sociedad, para comprender las interconexiones entre las distintas problemáticas. Se trata de generar los cambios políticos y culturales necesarios para que las humanidades y las artes recobren su peso en la sociedad -en particular en la escuela y la universidad-, devolviéndolas a la comunidad como palancas de cuestionamiento del mundo y de cambio social, para que la perspectiva empática, ciudadana y crítica prevalezca sobre lo puramente técnico y mercantil.
En ese sentido, la conexión de las artes con otros campos del saber y agentes parece una vía adecuada para dotar de un nuevo sentido, agenda y poder al arte; así como para conectar el saber, las instituciones y/o agentes que lo producen con las artes, reformulando preguntas, ampliando las herramientas de investigación, incorporando sensibilidad, imaginación y experiencia directa a la investigación, como demuestran a diario artistas, científicos, movimientos sociales e instituciones que encuentran, en las capacidades y saberes del otro, nuevas formas de hacer.
La Fundación está convencida de que el momento actual exige que la comunidad científica y artística colaboren y se abran a la ciudadanía, permitiendo nuevas articulaciones entre los dos grandes relatos sobre el mundo: el científico y el artístico. Por ello, promover iniciativas y proyectos de creación e investigación colectiva constituye una estrategia privilegiada para conectar con el mundo desde otros lugares.
La visión de las convocatorias de ‘Alimentación Sostenible’ y el ‘Arte Ciudadano’ comparten un objetivo común, generar impacto social. Desde ‘Alimentación Sostenible’ se apoyan programas enfocados a una Visión sistémica de la Alimentación Sostenible; Territorios y democracia alimentaria y Salud de los consumidores y del planeta. Mientras que desde ‘Arte Ciudadano’ se ponen el foco en el Arte y la educación; en Arte, Ciencia y Sociedad y en Artistas comprometidos.