Esta imagen compuesta muestra el chorro de un agujero negro en el centro de una galaxia golpeando el borde de otra galaxia, es la primera vez que se detecta tal interacción. En la imagen, se han ncombinado los datos de varias longitudes de onda. Los rayos X de Chandra (color morado), los datos ópticos y de rayos ultravioleta (UV) de Hubble (rojo y naranja), y la emisión de radio del Very Large Array (VLA) y MERLIN (azul) muestran cómo el chorro de la galaxia principal en la parte superior izquierda sorprende a su galaxia compañera de la parte inferior derecha. Los impactos de chorro de la galaxia compañera en su borde son interrumpidos y desviados, muy similar a cómo una corriente de agua de una manguera se dispersa después de golpear el ángulo de una pared.
Cada longitud de onda muestra un aspecto diferente de este sistema, conocido como 3C321. La imagen de rayos X Chandra proporciona evidencia de que cada galaxia contiene un creciente agujero negro supermasivo en su centro. Imágenes de luz óptica del Hubble (naranja) muestran el brillo de las estrellas en cada galaxia. Un punto brillante en la imagen de radio de VLA y MERLIN muestra donde el chorro ha golpeado al lado de la galaxia a unos 20.000 años luz de la galaxia principal, que disipa parte de su energía. Un "punto caliente" aún mayor de las emisiones de radio detectada por VLA (visto en una imagen con un campo de visión muy grande) revela que el chorro termina mucho más lejos de la galaxia, a una distancia de unos 850.000 años luz de distancia.
La imagen del Hubble UV muestra grandes cantidades de gas caliente en la vecindad de las galaxias, indicando que los agujeros negros supermasivos en ambas galaxias han tenido un pasado violento. Emisión débil de Chandra, Hubble y Spitzer, que no se muestra en esta imagen, indican que las galaxias están orbitando hacia la derecha, lo que implica que la galaxia compañera se balancea en la trayectoria del chorro.
Dado que los datos de Chandra muestran que la aceleración de partículas se sigue produciendo en este punto de acceso, el chorro debe haber golpeado la galaxia compañera hace relativamente poco tiempo, hace menos de aproximadamente un millón de años (es decir, menor que el tiempo de viaje de la luz al punto de acceso). Este relativamente corto período de tiempo cósmico hace que este evento sea un fenómeno muy raro. Esta "galaxia estrella de la muerte" produce grandes cantidades de radiación de alta energía, que puede causar daños graves en las atmósferas de los planetas de la galaxia compañera que se encuentran en el camino del chorro. Desde la Tierra miramos por el cañón de chorros de los agujeros negros supermasivos llamados "blazares" que son mucho más seguros en distancias de millones o miles de millones de años luz.
Fotografía original
Crédito: NASA, ESA, D. Evans (Harvard-Smithsonian Center for Astrophysics), [X-ray: NASA/CXC/CfA/D.Evans et al.; Optical/UV: NASA/STScI; Radio: NSF/VLA/CfA/D.Evans et al., STFC/JBO/MERLIN]