En los últimos tiempos ha salido un nuevo término: La generación búnker, es decir, adolescentes que a raíz del uso que hacen de las redes sociales y de internet en general, viven gran parte de su tiempo en una realidad virtual. Como madre de una preadolescente, quien hasta en el colegio sigue las clases con el portátil en el pupitre (adiós lápiz y papel) y cuyas pizarras son electrónicas… el tema me preocupa… y como me preocupa me he puesto manos a la obra, o mejor dicho, me he puesto las pilas (ser blogger ayuda) y creo poder afirmar que domino el uso de dichas tecnologías y redes sociales con el fin de poder prevenir y saber qué medidas tomar al respecto.
¿Qué es lo que nos preocupa como padres? pues que hagan un buen uso de las redes sociales. Las leyendas urbanas no ayudan en exceso, sino que al contrario, han llegado a generar incluso un miedo colectivo que va in crescendo si los padres no son usuarios de las mismas y las desconocen.
Por lo que premisa number one: No hay que temer lo peor y no hay que ser ignorantes al respecto.
Decir que Internet es la causa de la violencia, del terrorismo, de la pornografía, del sexismo… (como he llegado a oír en alguna ocasión) creo que es inadecuado y erróneo. Vamos a ver, Internet lo que hace es incrementar los riesgos dada su viralidad, eso sí es más correcto. El otro día en el periódico español La Vanguardia, Manuel Castells nos decía que hay que desmitificar “Internet no aisla, ni aliena ni deprime”; por el contrario, “aumenta la sociabilidad” a lo que yo añadiría: haciendo un el uso debido.
La nuevas tecnologías fomentan la creatividad de nuestros adolescentes porque les da la posibilidad de recombinar la información. Personalmente opino que un buen uso tiene muchas ventajas porque les permite acceder a un mundo casi ilimitado de información (bien filtrada, claro, y ahí es donde entramos los adultos en juego); se abre un nuevo canal de comunicación (que a nivel familiar debería ser el último usado, pero bueno); favorece lo que los educadores llaman aprendizaje cooperativo y hace que desarrollen nuevas habilidades.
Claro está, eso sí, que la llegada de Internet y redes sociales mal “gestionadas” y “mal educadas” ha podido desembocar en Ciberbullin,; Sexting, Grooming porque recordemos que los adolescentes no son conscientes del daño que se puede hacer con un uso indebido y como con muchos otros problemas, este también aparece cuando hay excesos.
Es trabajo de los padres saber “detectar” que nuestros hijos hacen este sobreuso de las teconologías de la información y la comunicación (TIC),que nuestro hijo baje el rendimiento escolar, que aparezcan problemas en las rutinas diarias y/o en las relaciones familiares, que los veamos un cambio en su estado de ánimo; que tenga una baja implicación en las conductas sociales o que disminuyan las relaciones sociales reales. Todos estos son signos de alerta a tener en cuenta.
No seré yo quien os de consejos de qué se debe hacer, pero si os puedo contar lo que yo he efectuado con mi hija pre adolescente, la que casi ya no tienen ni libros porque su colegio está en plena inmersión con las TIC. Yo le he inculcado la cultura de la privacidad y la he concienciado, le he hablado de la reputación on line y de su dificultad de “borrado”.
Creo que ha sido positivo hablar de forma razonada, generando confianza ya que creo que ante cualquier incidencia que pueda tener en la red me lo comentará. He hablado sobre que hay que cuidar la imagen on line, pensar y medir los riesgos antes de publicar nada.
Me gustaría acabar este post con una frase que no deberíamos olvidar: ”La responsabilidad de sus acciones es nuestra… porque son nuestro hijos, y porque son menores“.
Artículo publicado en Somos Unicas, plataforma de reciente creación en la que colaboro. (http://www.somos-unicas.com/ninos/la-generacion-bunker/)