El Consell Executiu del Govern lo ha conseguido. La administración catalana ha aprobado este martes la compra, a través de la empresa pública Avançsa (Empresa de Promoción y Localización Industrial de Catalunya, órgano dependiente del Departamento de Empresa y Ocupación), del conjunto de bienes de la empresa Promocions Turístiques de la Vall, que gestiona la estación de esquí Boí Taüll. Con esta adquisición, la Generalitat se convierte en la única propietaria de esta instalación.
Según un comunicado publicado por el Govern de la Generalitat de Catalunya, su empresa Avançsa adquirirá el crédito que Promocions Turístiques de la Vall tenía con el Institut Català de Finances (ICF). Esto es, la Generalitat se hace cargo de la deuda de 7,3 millones de euros. No solo eso, además el organismo catalán añade y un millón de euros de otros activos necesarios para mantener la actividad de la estación.
El acuerdo firmado prevé que la empresa Promocions Turístiques de la Vall siga gestionando la estación durante los próximos cinco años, a través de un contrato de arrendamiento que incluye el poder comprarla al finalizar dicho período.
No es la primera vez que la Generalitat salva la estación de Boí-Taüll, ya que hace unas semanas le prestó 750.000 euros para sobrevivir al cierre total de esta. Con esta nueva ayuda, la estación habría recibido 1,35 millones de euros de dinero público catalán.
La empresa Avançsa, que pertenece a la Generalitat de Catalunya, está presidida por el Conseller d'Empresa i Ocupació Felip Puig y cuyo responsable directo es Joan Tarradellas i Espuny. Esta empresa ha estado involucrada en el caso "Spanair", en el que el Juzgado Mercantil número 10 de Barcelona la ha inhabilitado para la gestión de patrimonios ajenos durante un periodo de dos años. Junto a la cúpula de Spanair, Avançsa ha tenido que pagar 10,8 millones de euros por este turbio asunto.
La Generalitat, a través de la empresa pública Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya (FGC), también es propietaria de otras cinco estaciones de esquí catalanas: La Molina, Vall de Núria, Espot, Port Ainé y Vallter 2000.
Es una noticia importante pero a la vez tiene también cierta polémica. Mientras, por un lado, la Generalitat de Catalunya ha dejado de pagar, por poner un ejemplo, las deudas contraídas con residencias de ancianos, muchas de ellas han tenido que cerrar por no poder hacer frente a una acumulación de gastos insostenible; por otro, ha estado gastando dinero público de manera inncesesaria e irresponsable culpando de sus deudas al Gobierno de España. Si la ayuda que se da a las Comunidades Autónomas, no solo a Catalunya, fuera para mantener los puestos de trabajo y no para asuntos de interés propio y que para el pueblo solo significa más gasto, otro gallo cantaría.