El problema se hace más grave cuando además de no contar con los suficientes recursos, los que se tienen no son los correctos. Se sufren problemas de rendimiento, productividad y hasta de competitividad.
Agotar tu talento
Cuando sucede un problema de este tipo se corre el riesgo de exigir demasiado del talento con el que se cuenta. Esto puede provocar el desarrollo del síndrome Burnout entre tus mejores empleados.
Además, hacer “necesaria” a la gente ocasiona que eleves el riesgo de que al perderlos, también pierdas el proyecto, pues nadie más es capaz de sacarlo adelante.
Por otro lado, la gente que está subutilizada –además de implicar un fuerte gasto para la empresa- comenzará a trabajar a disgusto y creará un ambiente negativo en tu entorno.
¿Por qué sucede esto?
Siempre hemos hecho énfasis en lo importante que es la correcta selección del talento. Contratar a personas que no se adecuan al perfil del puesto sólo porque es “más barato”, puede derivarse en un fuerte gasto a la larga, debido a que no serán capaces de hacer lo que se necesita y generará costos hundidos.
Incluso contratando al personal adecuado es necesario darle seguimiento y apoyarlo en su gestión, así será posible explotar su talento al máximo y ayudarlo a crecer dentro de la empresa, captando su productividad, entusiasmo y fidelidad.
¿Cómo prevenirlo?
El primer paso es realizar contrataciones efectivas, es decir, asesorarte por expertos en el área de recursos humanos para contratar al talento idóneo. En México existen varios headhunters, como Adecco, Manpower y Michael Page, con una base de datos suficiente mente nutrida y elevadas técnicas de selección.
En segunda instancia es importante que platiques con tus empleados, que los conozcas bien, que sepas que les gusta, cuáles son sus metas. De esta forma podrás determinar cuál es el proyecto o tarea que mejor les encaja.
Recuerda que la gente es más productiva cuando goza lo que hace. Si pones a una persona creativa a realizar una tarea que requiere procesos estructurados, estarás desperdiciando el talento de un empleado y sólo lograrás perderlo.
Crea modelos
Ya hemos hablado del papel de los test psicológicos en la selección del personal. Esta clase de estudios te ayuda a determinar qué tipo de mente tiene el candidato, lo cual sirve para seleccionar las tareas que realizará.
Hace varios años Carl Jung describió la tipología de la personalidad. Derivado de esta clasificación, Isabel Briggs Myers y Katharine C. Briggs desarrollaron el “Myers-Briggs Type Indicator (MBTI)” (Indicador de tipo Myers.Briggs), que ayuda a identificar las capacidades inventivas de los empleados, dividiéndolas en 16.
Posteriormente David Keirsey creó el Clasificador de Temperamento Keirsey, es un test de 72 preguntas que se administra de manera personal en línea. A través de éste es posible determinar cuál es tu temperamento y sus variables.
¿Aplicas alguno de estos métodos en tu empresa? ¿Cuáles han sido los resultados?
Fuente: www.altonivel.com.mx
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