La gentuza

No hay nada que le guste más a un político que un centenario. Al final da igual 5000, 200 que 185, lo que se trata es de aprovechar el dígito para montar una fiesta. Se hizo con el 92 en Sevilla y Barcelona, y en Cádiz los listos y listas de turno se montaron el Bicentenario de las Cortes de Cádiz. Bueno está bien. Poco menos que vamos a tener infraestructuras nuevas gracias a que los célebres doceañistas se reunieron aquí. (Pero bueno ¡somos bobos!) Entre los actos la Alcaldesa de Cádiz, pretende emular a su compañera de partido, la señora Esperanza Aguirre, y contrata por un pastón al escritor Pérez-Reverte para que sea el Comisario de una magna Exposición. Un pastón también de redondos dígitos: de ciento cincuenta mil euros (IVA aparte). Esto ya lo sabían ustedes. Pués resulta que ayer Don Arturo Pérez-Reverte le ha dado por escribir una carta a la señora Alcaldesa de Cádiz para rajarse de cobrar aquellos ciento cincuenta mil euracos de las arcas, del siempre "solvente" Ayuntamiento de Cádiz. Pero eso no es todo, resulta que el señorito Académico se ha enfadado porque desde la oposición alguien ha preguntado por qué este muchachito va a cobrar tanto parné, lo ha hecho además donde debe hacerlo, en la sesión plenaria, ordinaria y mensual. Pués bueno al parecer no ha podido este magno escritor resistir la dialéctica de que se opine que parece un poco elevado su honorario y ni corto ni perezoso le ha plantado una carta a la lideresa pepera gaditana donde dice cosas como "Ni para bien ni para mal me apetece mezclarme en esos fangales ni oír más mi nombre en boca de gentuza de esa calaña, sea del partido que sea; (...) También me conozco un poco , y sé que al final acabaré ciscándome públicamente en la muta madre de alguien, y la liaremos. Así que mejor me quito de en medio." Es curioso cómo este escritor cuya literatura me parece al menos de "Serie B", no alcance a comprender que vivimos en una democracia donde los representantes de los ciudadanos, en concreto los que están en la oposición tienen el derecho a fiscalizar el gasto público, especialmente cuando este tiene visos de ser empleado con ligereza en épocas de vacas flacas. La realidad además es otra, este pretendiente a Comisario de la magna Exposición del Bicentenario de las Cortes, se ha dado cuenta que la organización es un desastre y que las fechas se han echado encima, lo confiesa entre líneas en su carta: "todo ha ido con un retraso que hace temer prisas e improvisaciones que no beneficiarían el resultado final". Váyase Sr. Pérez-Reverte, coja su Carta Esférica y encuentre el rumbo acimutal que trazan las estrellas que brillan en el firmamento, a lo mejor con los Dioses se encuentra usted en el fangal que se merece tan reputada pluma literaria.