Todo el mundo recuerda aquellas palabras, las que Neil Armstrong dijo al convertirse en el primer ser humano en pisar la Luna. Aquellas palabras hablaban de un avance para la humanidad —y es cierto que ese avance se dio—, pero también sonaron como una demostración de fuerza de Estados Unidos. Heridos en su orgullo, los estadounidenses habían visto cómo los soviéticos eran los primeros en lanzar un satélite —el célebre Sputnik, en 1957—, y en llevar primero a un ser vivo al espacio, después a un ser humano y por último también a la primera mujer: la perra Laika, un mes después del lanzamiento del Sputnik; el cosmonauta Yuri Gagarin, en 1961; y Valentina Tereshkova, en 1963. Entonces, el presidente Kennedy anunció que conseguirían mandar un hombre a la Luna y traerlo de vuelta en una sola década, y al lograrlo en 1969, Estados Unidos adelantó a la URSS y confirmó su hegemonía en la carrera espacial.
Cinco décadas después, Estados Unidos sigue siendo la principal potencia, el único país que ha llevado a un ser humano a nuestro satélite y el único también en mandar una sonda a Marte. Y más de la mitad del presupuesto espacial de todos los Gobiernos a nivel global corresponde a Esta...
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Nombre de usuario Contraseña Recordar cuenta Recordar contraseñaLa geopolítica espacial 50 años después de la llegada a la Luna fue publicado en El Orden Mundial - EOM.