Asalia Venegas S.- Al cumplirse 235 años del nacimiento de Simón Bolívar, es inevitable enmarcarlo en el momento histórico que le tocó vivir y, en consecuencia, el recuerdo sobre su gesta libertaría conmueve las fibras de cualquier habitante de Nuestra América. La Academia se esforzó por colocarlo en un sitiial de mármol . Si algo debemos reconocer al presidente Chávez fue la labor de humanizar al Libertador. Sobre todo llevarlo a la raíz de nuestro pueblo.
Las élites del poder económico en Venezuela secuestraron durante 150 años la figura del Libertador y aunque su gesta libertaria en el siglo XIX llevó a la independencia del yugo español de cuatro Repúblicas y la creación de otra, Bolivia, era más cómodo para esas élites seguir en aquella onda: lo menos humano posible. El Libertador ha generado su propia historiografía: en toda la América se ha estudiado su figura. En otros idiomas, distintos autores se abocaron a analizar sus hazañas.
La BBC de Londres publicó un estudio que indica que Bolívar es la figura más resaltante del siglo XIX. Entre otros aspectos, dice la BBC, que El Libertador recorrió 10 veces más que Aníbal, 3 veces más que Napoleón y el doble de Alejandro Magno. Las batallas en las cuales participó, han sido estudiadas por los analistas de la guerra reconociendo la habilidad y el olfato del guerrero para mover sus ejércitos y así poder vencer a las tropas enemigas. Los realistas llegaron a reconocer las dificultades, en la guerra independentista, que les ocasionaba luchar contra los ejércitos comandados por él.
Distintas vicisitudes debió vivir Bolívar al concluir las batallas de Carabobo, Bomboná y Pichincha . Las ambiciones se desataron y sus antiguos colaboradores pugnaban por el control del poder en aquel vasto territorio en que se convirtió la Gran Colombia, uno de los sueños del Libertador, que definitivamente naufragó en el año de 1830. Señala la historiografía que fue un golpe noble en el espíritu unionista que siempre lo guió y le llevó a concebir la Gran Colombia .
La obra de Bolívar está allí. Sigue siendo objeto de un debate fructífero. Más de dos décadas de confrontación con el imperio español, el más importante de la época, dejó claro su pensamiento en documentos que se han convertido en clásicos para comprenderlo, como la Carta de Jamaica y el Discurso de Angostura.
Asalia
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