Misterios, secretos, sociedades ocultas, el famoso y enigmático robo del cuadro ocurrido en 1913, la posibilidad de que existan réplicas repartidas por medio mundo, y una mujer, Viviana Caprese, absolutamente perturbadora y que hará desconfiar hasta al lector más bienintencionado. Dicho con otras palabras, una intriga que se va enroscando sobre sí misma y que irá saltando de París a Nimes, a varios rincones del mundo y que incluso se permitirá el lujo de finalizar en Cartagena, rememorando el encuentro que Alfonso XIII y el presidente francés Poincaré mantuvieron en la ciudad portuaria hace ya más de cien años.
Jerome Blanchard es un hombre un tanto melindroso, aunque aquí se revelará como alguien capaz de soportar embates de la más diversa y amplia calaña. Las muertes las distribuye Fernando Da Casa a veces como quien reparte cartas marcadas, como si jugara con el lector a un bacarrá maligno, sorpresas incluidas. Y no es lo único que hace, sino que también muestra un detallado conocimiento de los detalles de la vida del cuadro más famoso del mundo, aunque a veces con ello corra el riesgo de ralentizar un tanto la trama.
En cualquier caso, una perspectiva diferente de la obra de Leonardo que, quién sabe, después de esta novela tal vez no vuelva a ser contemplada con los mismos ojos en su pequeño rincón parisino del Louvre.
LA GIOCONDA ES FALSA.Fernando da Casa.Libros.com. 2016. 405 páginas.