La Gioconda, Lisa Gherardini (1479-1542)

Por Sandra @sandraferrerv
Uno de los cuadros más famosos de la historia, La Mona Lisa de Leonardo da Vinci, esconde el rostro de una mujer misteriosa que durante siglos escondió su identidad. Una simple anotación en los márgenes de un manuscrito desveló una de las sospechas que tenían muchos especialistas: la extraña dama era Lisa Gherardini, una noble florentina que posó para el gran maestro consiguiendo que tanto el lienzo como ella misma se convirtieran en inmortales. 

Una noble florentina Lisa Gherardini nació en Florencia el 15 de junio de 1479 en el seno de una familia noble. Sus padres se llamaban Antonio Maria di Noldo Gherardini y Lucrecia del Caccia. Lisa era la mayor de siete hermanos. 

Cuando Lisa tenía quince años se casó con un mercader de tejidos llamado Francesco di Bartolomeo del Giocondo. Por la escasa dote que otorgó Lisa al matrimonio es probable que ambos contrayentes se casaran por amor y no por razones económicas como sucedía a menudo. Francesco y Lisa se instalaron en una casa en la Via della Stufa de Florencia donde crearon un hogar y tuvieron cinco hijos a los que Lisa crió junto a Bartolomeo, hijo de su esposo y un anterior matrimonio.

La familia vivió de manera holgada gracias a los negocios de Francesco y a su ascenso en distintos puestos políticos dentro del gobierno de Florencia.

Francesco del Giocondo falleció entre los años 1538 y 1539 dejando a Lisa una herencia suficiente para vivir holgadamente hasta su fallecimiento, también en fecha controvertida entre 1542 y 1551. Lisa se habría trasladado en los últimos tiempos de su vida al convento de Santa Ursula de Florencia junto a su hija Ludovica quien se haría cargo de su madre hasta su muerte.

Un rostro inmortal

La fama de Lisa Gherardini no fue tanto por su propia vida, pues fue una dama más de clase media en Florencia, sino por haber sido modelo de uno de los cuadros más famosos de la historia del arte.

Durante siglos, la Mona Lisa de Leonardo da Vinci, el retrato de una misteriosa dama, provocó encendidos debates sobre quién era aquella extraña mujer de rasgos andróginos e indeterminados. En el año 2005, el descubrimiento de una breve nota al margen de un libro confirmó lo que algunos ya sospechaban, que la Mona Lisa era Lisa Gherardini. El libro se encontraba en la biblioteca de la Universidad de Heidelberg y la nota, de Agostino Vespucci decía así: Leonardo se encuentra trabajando en tres obras pictóricas, incluyendo el retrato de Lisa Gherardini. Hoy en día, el rostro de aquella mujer del renacimiento florentino, es uno de los más famosos y visitados de todos los cuadros expuestos en el mundo.

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El secreto de Monna Lisa

Dolores García