Desde luego, la carrera de estos chicos está tomando un rumbo extraño. En vez de reventar los clubs de toda Europa y crear una sólida base de fans, se enrolan en un tour que les permitirá tocar media horita escasa ante un público que no es el suyo. Además, su recientemente publicado "Santa Cruz" me tiene totalmente descolocado. En las primeras escuchas me está pareciendo una mierda pinchada en un palo, un pestiño indigesto de modern metal. Algo absurdo si tenemos en cuenta que esta banda venían de parir el mejor disco de hard/sleazy de los últimos 15 años, "Screaming for Adrenaline".
Los fans irredentos de los fineses tienen cita este sábado y domingo a las 19.30.