Para una televisión pública y generalista como es TVE, entregada a la vulgaridad espectacular y a la manipulación y censura en sus espacios informativos, este programa encomiable no hace verano, es la golondrina esporádica que revolotea inexplicablemente por la parrilla del ente. Aunque nos alegramos del cumpleaños de Saber y Ganar, lamentamos que espacios similares no abunden en la programación de Televisión Española, tan ofuscada como está en competir con las televisiones privadas en vez de centrarse en ofrecer contenidos de servicio público y programas caracterizados por su calidad y por lo que aportan a los ciudadanos, quienes la financian vía impuestos. En cualquier caso, la golondrina de Saber y Ganar nos reconforta todas las tardes frente al televisor, haciéndonos soñar con un verano audiovisual plagado de programas dirigidos a la inteligencia, no a las vísceras y las bajas pasiones. ¡Felicidades, Saber y Ganar!
Para una televisión pública y generalista como es TVE, entregada a la vulgaridad espectacular y a la manipulación y censura en sus espacios informativos, este programa encomiable no hace verano, es la golondrina esporádica que revolotea inexplicablemente por la parrilla del ente. Aunque nos alegramos del cumpleaños de Saber y Ganar, lamentamos que espacios similares no abunden en la programación de Televisión Española, tan ofuscada como está en competir con las televisiones privadas en vez de centrarse en ofrecer contenidos de servicio público y programas caracterizados por su calidad y por lo que aportan a los ciudadanos, quienes la financian vía impuestos. En cualquier caso, la golondrina de Saber y Ganar nos reconforta todas las tardes frente al televisor, haciéndonos soñar con un verano audiovisual plagado de programas dirigidos a la inteligencia, no a las vísceras y las bajas pasiones. ¡Felicidades, Saber y Ganar!