Puedes seguirnos también desde FACEBOOK, donde os espero a todos con los brazos abiertos, en el siguiente enlace: LA GRAMINOLA. LA REVISTA MUSICAL QUE SE LEE Y SE ESCUCHA. Desde aquí puedes saborear más contenidos y más música.
Ya sabes que la base de la revista es dar un pequeño repaso con las novedades que presentaban las listas de éxitos que he ido confeccionando desde hace cincuenta años. Cada nuevo número empezamos por la lista actual de cada semana y a continuación seguimos viajando hasta las listas de hace 50, 40, 30, 20 y 10 años. Todos los éxitos de la música desde el año 1967 irán apareciendo por aquí.
Junto a las listas distintas secciones a cada cual más recomendable. En “Los Pioneros” rememoramos la música y los artistas que inspiraron a todos los que vinieron después. Nuestro póster, a doble página en el centro desmenuza cada semana un disco que fue, es y será muy grande. En la sección “También es Música” le damos cabida a esas canciones y esos artistas que a su manera también han tenido protagonismo, en muchas ocasiones de manera inesperada. Y la contraportada es el colofón con noticias de actualidad musical, efemérides y música en directo.
Echándole un vistazo a la portada de cada día os podéis hacer una idea del contenido de la revista. Junto a cada fotografía hay un texto que contiene un link que te lleva directamente a la página en cuestión, pero yo os recomiendo ir por orden, ir leyendo desde el principio al final porque la música lo merece. Y recordad que siempre estaré abierto a cualquier crítica, consejo, sugerencia o petición que vosotros, Graminoleños, me hagáis.
NUESTRA PORTADA
LA LISTA DE LA GRAMINOLA
Ya está aquí la lista más esperada por la gente más joven, la lista graminoleña de mayor actualidad, la que presenta todas las canciones que rompen en las emisoras de radio y en las pistas de baile de moda. Una lista sin novedades en cuanto a entradas pero con un acontecimiento destacable ya que después de 5 semanas ocupando el puesto más alto, Danny Ocean nos dice adiós para dar paso a un dúo que se coloca como nuevo número uno de manera un tanto inesperada.
Nos encontramos ante una de esas colaboraciones tan habituales actualmente. Por un lado una joven cubana que por fin ha conseguido publicar su primer disco después de muchos esfuerzos y por otro el disjockey de turno que produce y arregla su canción más destacada. Así pues, Camila Cabello & Young Thug son desde el pasado día 21 los líderes absolutos de nuestro ránking.
Camila intentó desde muy joven abrise camino en el mundo de la música y llegaría a participar en el casting para el famoso programa de nuevos talentos “The X Factor”. Sin embargo los jueces no le vieron nada del otro mundo en ese instante y no fue escogida aunque tendría una nueva oportunidad en la categoría de grupos con otras cuatro jóvenes para intentar participar en el concurso. Al final las cinco chicas lo conseguirían y formarían el grupo “Fifth Harmony”, terminando en el tercer puesto y logrando un contrato con una discográfica.
Sin embargo su recorrido no sería demasiado largo ya que Camila lo que verdaderamente quería era iniciar su carrera en solitario algo que iba a conseguir finalmente el año pasado con la publicación de su primer álbum titulado “Camila”. En este disco se incluye la canción “Havana” para la que ha contado con uno de los muchos DJ estadounidenses que circulan por ahí, llamado Young Thug, logrando un grandísimo éxito con una canción que está lejos de ser música para bailar desenfrenadamente, mostrando un ritmo cadencioso y pausado que parece que ha cautivado también a los jóvenes españoles que la han aupado hasta el primer puesto de nuestra lista.
Existen dos videoclips promocionales de esta canción. Uno de ellos dura casi siete minutos y tiene una introducción en plan peliculera demasiado larga para mi gusto, por lo que he preferido poneros esta otra que no es tan espectacular pero se basa única y exclusivamente en el aspecto musical. La semana que viene más música de actualidad.
LOS PIONEROS
Tras dar el obligatorio repaso a la música que más suena en la actualidad, vamos a viajar en el tiempo como hacemos cada semana para disfrutar de la música de esos artistas que abrieron los ojos y los oídos a todo el mundo convirtiéndose en los pioneros de la música que hemos ido escuchando desde entonces. Así pues toca cerrar los ojos, trasladarse en el tiempo y vibrar con su maravillosa música.
Hoy vamos a situarnos de nuevo en los años 40 y a centrarnos una vez más en un estilo que nació en aquella época y termino copándolo todo: el “doo wop” o “du-dua” que de alguna manera fue el pistoletazo de salida para que tantos y tantos monstruos del rock se dedicaran a esto de la música. Es un estilo tan amplio y que marcaría tanto el devenir de los acontecimientos que será bastante habitual disfrutar de él en esta sección. Vamos con tres ejemplos más.
THE SHIRELLES / WILL YOU LOVE ME TOMORROW
Cuando una fórmula funciona se termina imitando y explotando hasta la saciedad y esto es lo que sucedería de alguna manera con este estilo. La clave de su éxito era la sencillez ya que se trataba de interpretar melodías pegadizas por un grupo de vocalistas en el que uno de sus miembros llevaba la voz cantante y el resto realizaba el habitual coro del “du-dua”. El número de grupos que abrazarían esta forma de hacer música es innumerable y como no podía ser de otra manera los había mejores y peores. Para empezar vamos con un caso bastante peculiar.
The Shirelles vio la luz en el año 1958 y en cuanto a capacidad vocal de sus cuatro integrantes no fue de los grupos más destacados, los había bastante mejores que ellas. Sin embargo supieron elegir bien las canciones que interpretar y gracias a una magnífica labor de promoción y márketing lograrían abrirse camino en el mundo de la música y triunfar a lo grande con unas cuantas de sus canciones.
La más representativa de todas ellas sería sin ningún lugar a dudas “Will You Love Me Tomorrow”, con la que llegarían al número uno en el año 1960 y lograrían afianzarse entre los grupos más populares de aquel momento. Posiblemente no eran las mejores, pero nos dejaron un maravilloso clásico de la música de los 60.
Por cierto, esta canción tiene su historia. Cuando pasó por esta sección el bueno de Neil Sedaka os comenté que su éxito “Oh Carol” estaba dedicado a la cantautora Carole King con la que mantenía una relación sentimental. Pues bien, ella correspondería a su amado componiendo precisamente esta canción, aunque con un aire mucho más cercano al country, y que debidamente arreglada encajaría a la perfección en las voces de The Shirelles. Al final, todos contentos.
THE FOUR SEASONS / SHERRY
Pasamos de un grupo formado por cuatro mujeres a otro formado por cuatro hombres y, éste sí, de una calidad excepcional, en gran medida por la manera de cantar del que fuera vocalista principal y auténtico líder del grupo. Me estoy refiriendo a los míticos The Four Seasons.
El grupo vio la luz en el año 1962 cuando cuatro jóvenes amigos norteamericanos de ascendencia italiana decidieron intentar abrirse camino en el mundo de la música a base de una compenetración vocal bastante peculiar. Sus nombres eran Bob Gaudio, Tommy DeVitto, Nick Massi y Frankie Valli, siendo éste último el que iba a acaparar todas las miradas.
The Four Seasons lograrían el reconocimiento generalizado de crítica y público desde el primer momento. La manera de cantar de Valli en falsete les convirtió en prácticamente únicos en su especie y les aportó un estilo inconfundible, inimitable y excepcional, convirtiéndose en uno de los grupos más aclamados de aquella época. Su éxito más rotundo llegaría de manera inmediata, con su primer sencillo, esa auténtica joya titulada “Sherry”.
La figura de Frankie Valli terminaría eclipsando la del resto de sus compañeros y tras varios años juntos el grupo quedaría disuelto siendo él el único en labrarse una carrera en solitario de éxito. Siempre fue un personaje muy peculiar hasta el extremo de que hubo una época en la que padeció una sordera por una lesión dentro de su oído que casi acaba con su carrera. Sin embargo fue capaz de seguir actuando en directo fijándose en los movimientos labiales de sus compañeros de viaje. Un auténtico genio.
Años después Frankie Valli volvería a lograr un éxito de los grandes al ser el encargado de interpretar el tema central de la película Grease, aunque ya sin ese falsete tan característico y tantas veces imitado.
DION & THE BELMONTS / THE WANDERER
Para cerrar el apartado de “Los Pioneros” de hoy que hemos dedicado al “doo-wop” (no será el último, está claro), vamos con un grupo que tiene muchas similitudes con The Four Seasons y que a principios de los años 1960 también obtendría mucho éxito. Ambos grupos tenían ascendencia italiana, ambos contaban con un vocalista que sobresalía sobre el resto de sus compañeros y ambos se ganaron el favor del público y de la crítica.
En el año 1957 un joven llamado Dion DiMucci había comenzado su carrera musical en un principio en solitario, pero sería cuando unió sus fuerzas a un grupo de acompañamiento llamado The Belmonts y formado por Carlo Mastrangelo, Freddie Milano y Angelo D’Aleo cuando encontraría su sitio en el mundo de la música. Habían nacido Dion & The Belmonts, otro de los grupos referentes del “doo-wop” y fuente de inspiración de muchos de los artistas de rockabilly que vendrían después.
Muchos fueron los éxitos que fueron cosechando a lo largo de su carrera pero si yo me tengo que quedar con uno de ellos lo haría con el publicado en el año 1961 y que se convertiría en otro gran clásico de la historia de la música. He de reconoceros que cada vez que escucho “The Wanderer” noto como se me ponen los pelos como escarpias. Una auténtica maravilla.
Una vez más he intentado poner un granito de arena para que muchos comprendan de donde vino la música que tan buenos momentos nos ha ido haciendo pasar. La lástima es que estas raíces parecen haberse perdido definitivamente por parte de los que dominan la música de nuestros días. Una pena.
LISTA DE LOS AÑOS 60
La lista graminoleña de la década de los 60, más concretamente la que aparecía el día 21 de enero de 1968, no presentaba ningún tipo de novedad que llevarnos al oído con respecto a la que habíamos estrenado siete días antes. Parece que los artistas estaban todavía recuperándose de la cuesta de enero de ese año. Pero tranquilos que no os voy a dejar sin música de aquellos tiempos.
Como iremos comprobando, serán muchas las ocasiones en las que nuestro ránking se mostrara un tanto caprichoso, contando con la presencia de canciones que tuvieron una trascendencia real menor dentro de la carrera de algún grupo o cantante, mientras que alguno de sus temas más representativas brille por su ausencia. Son los inevitables tics del mundo de la música y, sobre todo, del márketing publicitario que en la mayoría de las ocasiones les acompaña. Vamos con un ejemplo de aquella época dorada de finales de los 60.
El grupo Los Pasos fue inicialmente creado para hacer frente a Los Brincos que por aquel entonces lo acaparaba todo dentro del panorama musical español. Para ello había preparado una campaña de lanzamiento sin precedentes buscando que en muy poco tiempo se covirtieran en los favoritos del público de nuestro país. Sin embargo, la sorprendente irrupción de Los Bravos acabarían con cualquier posibilidad de cumplir con lo planificado.
A pesar de todo publicarían varios discos con los que obtendrían cierto reconocimiento, siendo la única canción que entraría en nuestra lista “Ojo por Ojo”, que no pasa por ser su tema de más relevancia. Éste fue sin duda una melancólica canción con ambiente ruso y nombre de mujer que se convirtió en el mayor éxito de toda su carrera, aunque curiosamente no pasaría ni una sola semana en nuestra clasificación. Estoy hablando de “Annouschtka”.
Este es un claro ejemplo de canciones que se han quedado en el tintero de las listas que he ido confeccionando a lo largo de cincuenta años pero que merecerían ocupar un lugar destacado en las mismas. A veces no están todos los que son, así que intentaré que de vez en cuando también tengan su presencia en la revista.
LISTA DE LOS AÑOS 70
A lo largo de todos estos años confeccionando listas, ha sido bastante habitual que dos versiones de una misma composición hayan compartido presencia en ellas al mismo tiempo, sobre todo en las décadas de los 60 y los 70. La novedad que presentaba la lista que estrenábamos el día 22 de enero de 1978 era uno de estos casos, por lo que podría decirse que se trataba de una novedad a medias. Vamos con ella.
Se trata de una composición muy especial por lo que representa y por su autor. Él es ni más ni menos que ese auténtico genio llamado John Williams que nos regalaría una de sus obras culminantes y de mayor éxito con la banda sonora de la película “La Guerra de las Galaxias”, ahí es nada. Lo curioso del caso es que en esta oportunidad podría decirse que la copia lograría mayor éxito que el original. Me explico.
Un mes atrás, Meco había publicado una versión bailable y discotequera de esta composición y estaba logrando un éxito de los gordos. La versión original de Williams se hizo más de rogar pero finalmente también logró su entrada en la lista donde iba a permanecer durante 23 semanas para alcanzar el top 18. Disfrutemos de la versión orquestal de “Star Wars (Main Title)”, que es la original, la genuina y la que podemos escuchar cada vez que vemos la película.
EL ÁLBUM DE LA SEMANA
El protagonista de nuestra página central de hoy es un artista considerado como un auténtico genio. Un prodigio de la música, con una dilatadísima carrera a sus espaldas y un sinfín de grandísimos discos en su haber. Me estoy refiriendo al grandísimo Mike Oldfield, pero me váis a permitir que me tome una pequeña licencia, que me dé un pequeño capricho al traer aquí no uno de sus discos más famosos y aclamados, sino un trabajo que publicó apenas hace tres años, que apenas fue promocionado y que a mí personalmente me encanta.
Oldfield llevaba bastante tiempo experimentando con otro tipo de músicas, viajando por distintos estilos, desde el trance a la música electrónica o sonidos más orquestales. De repente, en el año 2014 iba a publicar un disco que rezumaba un sabor a su época dorada de los años 80, en la que la parte vocal cobra gran protagonismo. Su título es “Man On The Rocks” y es el disco que vamos a analizar en el número de hoy.
Nos encontramos con un disco que deja a un lado totalmente cualquier tipo de música experimental y en el que todas las canciones que la componen vienen acompañadas de la correspondiente parte vocal y todas ellas con una duración estandard. Un disco al uso, una auténtica excepción en la carrera del británico, pero que nos iba a dejar algunas composiciones de verdadero lujo.
En esta ocasión no iba a contar con ninguno de sus habituales colaboradores a la hora de ponerle voz a sus composiciones, labor que iba a recaer sobre un joven cantante inglés cuya voz le había cautivado al escucharle en una actuación en directo al frente de su grupo. El cantante en cuestión responde al nombre de Luke Spiller y es el vocalista de la banda The Struts, una incipiente formación que apenas ha tenido relevancia fuera de las islas.
Muchos pensaréis que correría un gran riesgo al poner al mando de todas las canciones del disco a un auténtico desconocido, pero lo cierto es que a estas alturas de su carrera Oldfield no se fija en esas cosas, únicamente cuenta con quien sabe que le va a ofrecer lo que él necesita en cada momento, y lo cierto es que Spiller cumple su cometido a la perfección, algo que se pone de manifiesto de manera inmediata con la canción que abre el disco: “Sailing”.
Por aquella época, Oldfield había fijado su residencia en las Bahamas y daba un poco la impresión de que el entorno le había atrapado a la hora de componer sus canciones, las cuales se mostraban más vitalistas y optimistas en líneas generales que nunca. De hecho, los videoclips promocionales que se grabarían para los correspondientes sencillos irradian estas sensaciones con exteriores grabados en playas paradisíacas. Su jubilación dorada estaba siendo igual de creativa que siempre.
El deseo del británico era que el disco sonase a la música de los años 70, quería retornar del algún modo a sus raíces y lo cierto es que más que a los 70 yo diría que suena a los 80, con ritmos más cercanos a los que ofreció en su momento en sus álbumes “Five Miles Out” o “Crises”. Sea como fuere, la verdad es que su manera de tocar la guitarra no ha perdido lo más mínimo y la combinación con la voz de Spiller ofrece un sonido claramente identificable.
Para que las similitudes con aquellos ritmos fueran completas, Oldfield incluso deja algún que otro ramalazo de música celta que tan buenos resultados le había dado en el pasado. Donde mejor puede apreciarse esta circunstancia es en “Moonshine”, otro de los sencillos que aparecería de este disco, y que para muchos es una especie de reelaboración del tema del mismo nombre que incluyera en su álbum instrumental del año 1992 “The Tubular Bells II”. Creo que hay que hilar muy fino para hacer esta afirmación, pero la canción merece la pena de cualquier modo.
Como ya os digo, la principal diferencia en cuanto a aquellos álbumes publicados en los años 80 y que tan buenos resultados le dieron radica principalmente en la propia estructura del disco. En esta ocasión no hay ninguna pieza de esas épicas, totalmente instrumental y de más de veinte minutos de duración en la que Oldfield le daba rienda suelta a su manera de componer y tocar. Eso sí, hay sitio para algún que otro momento más intimista y que puede considerarse como una especie de sucedáneo de esos temas de los que os hablo.
El más claro ejemplo es sin duda alguna la canción que da título al álbum, una maravillosa balada en la que Oldfield habla de todos los fantasmas que le han acompañado a lo largo de su carrera: los problemas con el alcohol, su miedo al fracaso, su obsesión por la perfección … Lo hace en una composición de algo más de seis minutos de duración que empieza con un sonido totalmente acústico y la voz de Stiller bastante más suave que en el resto del disco para ir evolucionando hasta ofrecer un final más eléctrico con el vocalista dándolo todo. “Man On The Rocks” es una especie de confesión por parte de Oldfield de todo lo que rodea a sus pensamientos en la que Stiller disipa cualquier duda sobre el acierto al haber sido el escogido para interpretar prácticamente todas las canciones que lo integran.
Una línea muy similar sigue en la canción que viene a continuación. Y es que en esta oportunidad nos encontramos a un Oldfield más abierto que nunca a contar sus vivencias y sus sentimientos. Siempre ha sido un artista bastante frío y controlador en cuanto a las relaciones personales que fueran más allá de lo puramente profesional y en sus discos era difícil encontrar canciones que mostraran claramente sus vivencias personales, salvo contadas excepciones. En este disco el cambio es más que evidente.
En esta oportunidad viaja hacia su época de niño, mostrándonos sus miedos, sus complejos, sus temores, que no eran muy distintos a la de cualquiera de nosotros cuando somos unos críos pero que a él le afectaron profundamente. “Castaway” es una especie de psicoterapia de algo más de seis minutos en la que poco a poco va quitándose esos temores hasta liberarse definitivamente con una parte final en la que su guitarra suena con una potencia extraordinaria.
Según vamos avanzando en el disco nos vamos encontrando a un Oldfield cada vez más sentimental si cabe. Lo que no podía ni imaginarse en ningún momento es que una de sus canciones iba a abordar un tema que apenas unos meses después le iba a afectar trágica y directamente.
Se trata de “Minutes”, una preciosa canción que a mí personalmente me encanta, cuya letra habla de esas personas que nos van abandonando a lo largo de nuestras vidas, dejándonos una huella imborrable y un vacío bastante profundo. Poco podía imaginarse que apenas unos meses después de escribir esta composición y publicar el disco, su hijo Dougal iba a morir repentinamente por causas naturales a la edad de 33 años. Una canción premonitoria muy a su pesar.
La personalidad de Oldfield siempre estuvo marcada por su manera nada vitalista de ver las cosas. De hecho durante gran parte de su vida ha recibido tratamiento psicológico para superar sus múltiples temores. “Man On The Rocks” es un disco que le sirve de alguna manera para cantarle al mundo que ha superado todos sus problemas y que su manera de percibir las cosas es ahora más optimista, mostrando más cercanía con aquellos que le rodean.
Ya os cuento que el disco muestra un maravilloso sonido muy fresco y con aires de pop-rock de los 80. Desde el primer momento en que lo escuché quedé atrapado por él. Me parece un grandísimo disco con canciones tan espectaculares como mi preferida, la vitalista “Dreaming in the Wind”.
Cada una de las canciones va reflejando el estado de ánimo o las sensaciones que Oldfield ha tenido en algún momento a lo largo de su vida. Ya os digo que siempre ha sido una persona bastante atormentada y desconfiada y que a pesar de que se encontraba en este momento en un estado pletórico de ánimo, también quiso dejar patente en alguno de los temas que se incluyen en el disco esas situaciones complicadas por las que había ido atravesando.
Por este motivo, alguna de sus composiciones se muestran un tanto más oscuras, con un sonido más contundente y menos vital que el resto de las canciones. La más significativa en este sentido es “Nuclear”, un tema que alterna el sonido acústico con el eléctrico y habla de esos momentos en los que la furia y la fustración se apoderan de nuestros pensamientos.
Como ya os digo esta canción conecta lo acústico con lo eléctrico, para dar paso a la parte que puede considerarse más conceptual del disco, o lo que es lo mismo, a otra composición que enlaza a la perfección con ella, en la que la intensidad es ya insuperable, redundando en la misma temática, intentando canalizar la ira.
Se trata de “Chariots”, la canción más contundente de todo el disco, llena de un sonido contundente y en el que la voz de Spiller suena más alta que de costumbre. Indudablemente el ambiente iracundo lo llena todo.
Muchos pueden pensar que tras una primera parte del disco más vitalista y optimista que nunca, Oldfield volvía a las andadas con canciones más lúgubres y oscuras. Nada más lejos de la realidad, se trata simplemente de crear un fuerte contraste y, de alguna manera, lanzar un mensaje de que por mucho que los problemas y las malas situaciones se apoderen de nosotros, siempre está en nuestras manos salir de ellas.
Así pues, el disco se cierra con tres temas que invitan al optimismo, siendo el primero de ellos el que aporta el momento épico, tanto por su temática como por su estructura. La canción más larga de todo el álbum que se va a los siete minutos, que en sí es una pequeña sinfonía y que es la única en la que Oldfield cambia de vocalista.
Se trata de “Following the Angels”, una composición inspirada en los Juegos Olímpicos de Londres que se celebraron un par de años atrás y que contaría con la especial colaboración de la voz de Wilmer Waarbroek, un cantante que ha participado en diferentes proyectos de ópera-rock progresiva, que dicho así suena a fantasioso pero que simplemente se trata de la mezcla del rock más duro y potente con arreglos orquestales de música clásica. En esta oportunidad, con Oldfield se muestra menos intenso y operístico de lo habitual.
Aun sin tratarse de un disco conceptual, al menos a la habitual usanza de Oldfield, el álbum sí que presenta por momentos cierta estructura. Si nos fijamos empieza con un tono optimista y alegre contándonos como ha ido superarndo adversidades, para luego caer en un pequeño receso más sombría recordando esos malos momentos, terminando de nuevo con un canto de esperanza y con tres canciones con aires épicos. Lo dicho, no es una uniformidad total pero sí que de algún modo va enlazando pensamientos de manera estructurada.
La épica final, pues, tiene continuidad con una canción dedicada al Huracán Irene que en el año 2011 asoló la zona de las Bahamas y que afectó también a parte de la costa de los Estados Unidos. En ella nuevamente la intensidad sonora es notable y como en casi todas las canciones que forman parte del álbum, Oldfield se luce con un solo de guitarra de algo más de un minuto. Su talento en estado puro.
Un disco como éste tenía que tener un final adecuado a su calidad. Oldfield siempre ha sabido como cerrar sus trabajos, ya sean sus álbumes más conceptuales de su primera época, sobre todos sus “Tubular Bells”, o los más cercanos al pop que todos conocemos. Pues bien, “Man On The Rocks” tiene una sorpresa final con una espectacular versión de una canción que ya de por sí es una auténtica delicia.
Se trata de “I Give Myself Away”, una canción de góspel original de William McDowell que él transforma en una preciosa balada en la que sus dedos en las cuerdas de su guitarra vuelven a hacer maravillas y en el que la voz de Spiller suena con la potencia habitual pero pareciendo querer acariciar nuestros oídos. Un final relajado y espectacular.
Está claro que éste no es el disco más conocido de Oldfield ni el más reconocido de su carrera, pero creo que tiene una calidad excepcional, como todos los trabajos que ha firmado el británico. Además ya os comentaba al principio que quería darme un pequeño capricho y me he sacado la espina. Solamente espero que os haya gustado y que haya servido para recordar que Mike Oldfield, aunque ya no sea ningún niño, sigue poseyendo un talento descomunal.
Por cierto, aviso a navegantes. Desde hace bastante tiempo lleva trabajando en una nueva entrega de su saga más famosa. El Tubular Bells IV está bastante avanzado y podría aparecer en el mercado este mismo año, aunque con él nunca se sabe ya que suele tomarse las cosas con mucha, muchísima calma. Yo lo espero con ansias, las mismas que tengo de seguir disfrutando de la música que viene en el resto de la revista.
LISTA DE LOS AÑOS 80
Pues sí, ya está aquí uno de los mejores momentos de la revista, en lo que a mis gusto se refiere, claro está. Ya tenemos aquí la sección dedicada a la música de la década de los 80 y hoy viene de la mano de la lsita que estrenábamos el 24 de enero de 1988 en la que se producía una única novedad pero de auténtico lujo. Vamos a deleitarnos con su historia y su sonido.
Tras abandonar The Police, el cantante Sting había iniciado su carrera en solitario, y por estas fechas publicaba su segundo disco, el que a la postre iba a lanzarle definitivamente como solista y el que a mí particularmente más me gusta. Su título es “Nothing Like The Sun” y en él hace una música radicalmente distinta a la que nos ofreció durante varios años al frente de su grupo.
Como primer sencillo y carta de presentación de este álbum aparecería en el mercado la canción que entró en lista ese 24 de enero. Se trata de “We’ll Be Together”, sin duda alguna una de sus mejores composiciones, y con ella permanecería 43 semanas en ella llegando incluso a ocupar el número uno. Así que disfrutemos de este tema a sabiendas de que en unas semanas volverá a aparecer por aquí con motivo de su liderato.
En la grabación original de este tema, la guitarra sería tocada por el mismísimo Eric Clapton, aunque finalmente en la versión que se incluiría en el álbum esta labor recaería sobre Bryan Loren. Salvando las distancias, el pabellón siguió estando bastante alto.
LISTA DE LOS AÑOS 90
Avanzamos los correspondientes diez años de rigor en nuestro repaso a lo que se cocía en las distintas listas de éxitos de décadas pasadas para situarnos concretamente en la que aparecía el 25 de enero de 1998. Una lista con una única entrada que venía de la mano de uno de los mejores grupos del pop español de todos los tiempos. Pero la gran noticia era el cambio en el número uno que suponía la irrupción a toda mecha de uno de los grupos emergentes españoles que más iban a triunfar en los siguientes años.
Con las hermanas Cristina y Amparo Llanos a la cabeza, Dover se habían convertido en una de las mayores sensaciones del panorama musical nacional. Atrás quedaban sus tiempos de grabar sus canciones en un discreto local de ensayo en Alcorcón, ya que en el año 1997 sacaban al mercado su segundo trabajo, “Devil Came To Me”, con el apoyo de una discográfica detrás y la promoción adecuada, lo que iba a llevarles a convertirse en uno de los grupos del momento.
Ese 25 de enero de 1998 alcanzaban el número uno de nuestra lista con la primera canción que habían sido capaces de incluir en la misma. Un tema compuesto por Cristina en el que habla de su propia timidez para relacionarse con las personas y que llevaba el título de “Serenade”. Una composición espectacular con un inicio calmado y lento que da paso a un desenfreno guitarrero y a una voz de Cristina que se transforma de susurrante a intensa, con la que permanecerían en lista durante 41 semanas ocupando el puesto más alto durante 4 de ellas.
La otra novedad de la semana, en forma de nueva entrada, llegaría de la mano de La Unión, un grupo que aún hoy en día continúa en activo y que de la mano del carismático e intrasferible Rafa Sánchez nos ha dejado grandísimos momentos, grandísimas canciones y grandísimos himnos de la música que se ha hecho en nuestro país. Ya no son el fenómeno de masas que llegaron a ser pero siguen atrayendo a mucho público, siendo respetados únanimemente por la crítica especializada.
Acababa de salir al mercado su nuevo disco, bajo el título de “Fluye”, que pasa por ser el trabajo más raro y excepcional de toda su carrera. Habían evolucionado de una manera casi repentina mostrando un sonido que pilló por sorpresa a su público, que no supo ver que no estaban haciendo otra cosa que adelantarse a lo que estaba por venir. En aquel momento pocos entendieron lo que estaban haciendo y el giro que le habían dado a su estilo. Desde la perspectiva del tiempo podría afirmarse que simplemente marcaron el camino a seguir.
El primer sencillo de este álbum sería “Humo”, que dentro de lo que cabe era de las pocas canciones que todavía sonaban a La Unión de siempre. Su aceptación sería bastante irregular y únicamente permanecería en la lista durante 16 semanas, logrando su mejor registro al llegar al puesto 23. Curiosamente esta es la última canción que Rafa y los suyos han colocado en nuestras listas. Ojalá que no tarden en volver, se les echa de menos.
LISTA DEL NUEVO MILENIO
Nos adentramos ya en el repaso a la lista del nuevo milenio, a la postre el último repaso del número de hoy, y en esta oportunidad vamos a contar con dos novedades, las que mostraba la lista que se estrenó el 20 de enero del año 2008. Dos canciones bastante peculiares, cada una en su estilo.
Para disfrutar de la primera de ellas viajamos hasta Málaga, desde donde nos llega uno de los grupos españoles de mayor calidad y que mejor representan lo que tantas y tantas veces se ha denominado fusión. Pero ojo, no hablo de una fusión cualquiera sino que la que resulta de mezclar el flamenco más tradicional con la música ambiente o el “chill out”, lo que se ha dado en denominar “flamenco chill”. Por supuesto que estoy hablando de Chambao.
Con la inimitable María del Mar Rodríguez Carnero, más conocida como Lamari, al frente, de la que ya os hable hace un par de semanas con motivo de la entrada en lista de su colaboración con Jarabe de Palo, poco a poco fueron haciéndose un hueco en el mundo musical de nuestro país, recibiendo casi siempre muy buenas críticas. En esta oportunidad nos ofrecían una canción que hablaba de la tragedia que viven a diario todos esos inmigrantes subsaharianos que se juegan la vida hasta perderla en muchos casos por llegar a nuestro país buscando un mundo mejor. Su título: “Papeles Mojados” que nos acompañaría durante 31 semanas alcanzando el puesto 8 como su mejor registro.
Ésta ha sido la última oportunidad que hemos tenido de poder disfrutar en la lista graminoleña de su música y no habrá más, ya que en los próximos días tendrá lugar un concierto de despedida ya que dejarán de viajar por el mundo de la música juntos. Afortunadamente no hay mal que por bien no venga ya que Lamari iniciará casi de inmediato su carrera en solitario y a buen seguro que lo hará a lo grande.
No nos marchamos de Málaga, ya que desde allí nos llega la otra novedad de la semana, en esta ocasión de un músico de hip-hop que iniciaba su carrera en solitario después de haber triunfado a lo grande en el ambiente más underground y rapero de nuestro país con su anterior proyecto.
Estoy hablando de “Spanish Fly”, quien con su grupo Triple XXX se había convertido en uno de los raperos españoles de mayor éxito del momento. Su sencillo de debut en solitario llevaría el título de “Mi Gorra Es Mi Corona” y únicamente permanecería esa semana en la lista. De todos es sabido que al hip-hop español le cuesta un poco calar profundamente en las listas de éxitos, pero aunque sea de manera casi testimonial aquí está uno de sus máximos exponentes rapeando en nuestro idioma.
TAMBIÉN ES MÚSICA
Los tiempos han ido cambiando en el mundo de la música, y no solamente en cuanto a estilos y manera de componer e interpretar. El mundo de la televisión también ha evolucionado, bastante a peor en este sentido. Tras la época dorada de los años 80 y 90 en la que se emitían muchos y grandes programas musicales hemos pasado al vacío más absoluto en este sentido. Pues bien, de alguna manera vamos a recordar hoy en esta sección esa manera de hacer televisión que tanto nos gustaba … a los que éramos unos niños por aquel entonces, porque voy a hablaros de un festival que organizó durante varios años TVE y que iba destinado a los más pequeños.
Se trata del “Festival Infantil de la Canción” que entre los años 1967 y 1973 organizará Televisión Española, la única que existía por aquel entonces, y que era una especie de Eurovision a escala en el que las canciones que participaban iban dirigidas a los niños, aunque sus intérpretes no siempre eran artistas infantiles, ya que en muchas ocasiones grupos y cantantes ya consagrados en nuestro país tomaron parte en este festival. como Los Valldemosa, Los Albas o Rudy Ventura entre otros.
Como ya os cuento el festival se celebró entre los años 1967 y 1970 pero en el año 1973 reaparecería con la intención de tener continuidad aunque no lo lograría, siendo ésa la última oportunidad en la que se celebraría. La primera canción que viene hoy a “También es Música” es precisamente la que ganaría en esa última edición del festival.
Por aquel entonces yo solamente tenía ocho años y he de reconoceros que quedé atrapado totalmente por esta canción y por el grupo que lo interpretaba. Se trataba de un grupo de seis niñas en el que la de mayor edad realizaba las labores de vocalista y las otras cinco hacían los coros interpretando unas peculiares coreografías. Atendían al nombre de “Mary Merche y Su Panda” y tras ganar el festival con la canción “Chipi Chapa Chip Chip” se convertirían en uno de los grupos infantiles más populares del momento.
De las ganadoras de la última edición vamos a pasar ahora al grupo que resultó vencedor en la primera, la que se celebró en el año 1969. Un grupo que gracias a su éxito en el festival alcanzaría una gran popularidad y que relanzaría su carrera en el ámbito de la música para adultos aunque, claro está, no perdería para nada su tirón entre el público más pequeño.
Se trataba de un grupo que ya llevaba trabajando algún tiempo versionando canciones de otros artistas así como algunas canciones tradicionales infantiles a las que le daban un aire más divetido y bailable. Este grupo del que os hablo atendía al nombre de “Los Cinco Musicales”.
En la edición del festival del año 1969 se alzarían con el triunfo con una canción que adquiriría una popularidad tremenda, y no solamente entre el público infantil. Su título “Adivinalo” y os puedo asegurar que aquella cantinela de “adiví, adiví, adivinalo … como corre en el papel” la hemos cantado los que somos de mi quinta una y otra vez sin descanso.
Gracias a esta canción, este grupo alcanzaría una gran popularidad y durante varios años llevarían una carrera llena de altibajos, en gran medida porque hacían una música demasiado infantil para los adultos y demasiado adulta para los niños más pequeños. Aún así, sus apariciones en televisión serían continuas y les daría tiempo todavía a alcanzar su mayor éxito justo en el instante en el que habían decidido dejarlo.
Corría el año 1973 cuando tomaron la decisión de separarse, pero antes grabaron una versión de una canción que había logrado un grandísimo éxito en Argentina de la mano de su autor, Rubén Mattos. Esta canción llevaba el título de “Salta, Salta, Pequeña Langosta” y en sus voces lograría unos grandes resultados en España, aunque no evitaría que la decisión de abandonar su recorrido juntos siguiese adelante.
La música ha cambiado en muchos aspectos a peor, pero en el tema de la música infantil todavía más. Apenas existen artistas que hagan música en exclusiva para los más pequeños, no existen programas infantiles y la magia que suponía para nosotros acontecimientos como este festival o los artistas que por él pasaban brillan por su ausencia. Pero bueno, no voy a ponerme más meláncolico, simplemente espero que a algunos os haya hecho recordar buenos momentos y a otros os haya mostrado lo que los “maduritos” como yo vivimos musicalmente hablando de niños. Quizás por eso nos gusta tanto la música.
LA ÚLTIMA DE LA GRAMINOLA
Llega el momento de cerrar el número de “La Graminola” de hoy y vamos a hacerlo, como siempre, con muy buena música. En la variedad está el gusto y lo mejor es tocar distintos estilos para que nos llevemos en el “paladar auditivo” un maravilloso sabor. Vamos pues con la despedida.
EFEMÉRIDE
El recuerdo de una fecha señalada en el mundo de la música de hoy es un auténtico lujo. Una auténtica señora, una auténtica artista, una voz descomunal. Decir Etta James sin ponernos de pie y hacerle una reverencia es un auténtico pecado. Preparados todos para disfrutar de ese torrente de voz que siempre tuvo.
El 25 de enero de 1938 nacía en Los Ángeles Etta James, una de las más espectaculares voces del soul y el blues que haya dado el mundo de la música. Tras iniciarse en el mundo del góspel e intentar abrirse camino en sus inicios con un grupo en el que el resto de sus miembros quedaban eclipsados por ella tomaría la decisión de comenzar su carrera en solitario y ofrecernos grandiosos momentos.
Durante más de diez años tuvo que luchar con su adicción a la heroína, pero esto no fue impedimento para que su descomunal voz siguiese deleitándonos. Sin duda alguna era una mujer con una personalidad atronadora, pero cuando sacaba a relucir su voz nos ofrecía momentos inolvidables como este “I Just Want To Make Love to You”.
Etta James fallecería en el año 2012 como consecuencia de una leucemia. Dijimos entonces adiós a una de las grandísimas divas del soul. Solamente se me ocurre decir, gracias por todo, Etta.
MEJOR EN DIRECTO
Viajamos hasta Berlín donde en el año 2013 Depeche Mode ofrecería una memorable actuación en directo que quedaría plasmada en el correspondiente DVD. Su sonido … el de siempre, las imágenes … impactantes.
Cualquier gran grupo que se precie, cualquiera de esas bandas que tienen una legión numerosísima de incondicionales y que agotan las entradas de sus conciertos apenas unas horas después de salir a la venta, logran esa capacidad de convocatoria gracias a las actuaciones memorables que suelen ofrecer sobre el escenario. No es fácil seguir sorprendiendo en cada una de las giras habida cuenta de lo alto que se va poniendo el listón, pero los que son grandes de verdad siempre lo consiguen.
Con estas premisas, cada concierto tiene que ofrecer no solamente un buen sonido y una buena interpretación, sino que el efecto visual y la puesta en escena tiene que ser llamativo y espectacular. Sin duda alguna, Depeche Mode saben mejorar la situación a la perfección y en el año 2013 dejarían un momento estelar en Berlín con la interpretación de uno de sus grandes clásicos.
En cada uno de sus conciertos, uno de los momentos más esperados es la interpretación de “Enjoy the Silence”. Ese día sorprenderían a todos los asistentes no ya con la versión en vivo de esta canción y con su manera de interpretarla, sino con las imágenes que fueron proyectando sobre el escenario, un efecto visual mágico, majestuoso, original, llamativo, creativo … el más apropiado para una canción como ésta.
Sólo se me ocurre ponerle un pero a esta actuación: me da muchísima rabia no haber podido estar allí. Simplemente magistral.
NOVEDAD
Y de una superbanda, veterana y que arrasa cada vez que publica un nuevo disco vamos a otra de las mismas características. U2 tiene en el mercado desde hace aproximadamente un més un nuevo disco, “Songs of Experience”, con un estilo bastante continuista con respecto a su anterior trabajo.
En el año 2014 publicaron su anterior disco, titulado “Songs of Innocence”, en el que mostraban su lado más intimista, narrando en las letras de las canciones que lo componían historias vividas por ellos mismos durante su adolescencia en su Irlanda natal. El pasado mes de diciembre ha aparecido en el mercado el disco que podría considerarse como la continuación de este álbum. Su título “Songs of Experience”.
En esta oportunidad, sin abandonar sus vivencias personales, sus canciones narran momentos intensos y de gran sensibilidad en los que muestran los sentimientos que afloran cuando algún ser querido no pasa por su mejor momento o sus relaciones con ellos atraviesan algún tipo de crisis. Para ello, todas las canciones están compuestas en forma de cartas dirigidas a esas personas queridas.
Se trata pues de un disco para escuchar detenidamente y dejarse llevar por su sonido pero prestando mucha atención a las letras de sus canciones. Como muestra aquí os dejo el botón del primer sencillo que aparecío en el mercado, hace ya unos cuantos meses allá por el mes de septiembre del año pasado, y en la que Bono habla de sus miedos a verse sin el amor y la compañía de su esposa, Ali. Su título: “You’re the Best Thing About Me”.
Llegamos al final de la revista de hoy con un final de fiesta como habéis podido comprobar verdaderamente de lujo. Espero que os haya gustado y ya sabéis que en tan solamente siete días tendréis a vuestra disposición un nuevo ejemplar de “La Graminola” que promete venir cargado de muy buena música.
Hasta entonces, Graminoleños
JUAN JOSÉ GOMARIZ