Allá por el año 2003, apareció, en TVE, una nueva serie preescolar que duró, ni más ni menos, que 6 años en antena, y que, durante esos años, fue una referencia para los más pequeños de la casa (merchandising incluido). Como una especie de Familia Telerín, Los Lunnis mandaban a los niños a la cama, con una melodía que se quedó en el imaginario colectivo de toda aquella generación.Tras la finalización de la serie, Los Lunnis han seguido estando presentes, a través de diferentes entregas que el canal de televisión Clan TV mantiene y realiza todavía. Por ello, tras tantos años de mantenerse vivos, generación tras generación, los directivos de TVE han decidido que este era, quizá, el mejor momento para lanzar a Los Lunnis a la gran pantalla.
La gran aventura de los Lunnis y el libro mágico es una co-producción argentino-española, que cuenta, tras las cámaras, con Juan Pablo Buscarini, todo un experto en productos para los más infantes de la casa (Pérez, el ratoncito de tus sueños, El arca de Noé, El inventor de juegos o Tini: El gran cambio de Violetta). Su filmografía se compone, en su totalidad, de películas que se dirigen a un público muy específico, y que suelen mezclar los mismos aromas (animación 3-D, pantallas verdes a porrón y niños que protagonizan aventuras más bien simplonas). Cinematográficamente hablando, las películas son bastante deficientes. El imaginario visual sobre el que se cimientan son claramente toscos, a ojos de un adulto, pero también es que se dirigen a un público muy infantil, con el que seguramente simpaticen bastante más. De todos modos, son películas que, si tienes más de 5 o 6 años, no puedes ver muy en serio.
En este caso, La gran aventura de los Lunnis y el libro mágico, puede ser una película perfecta para llevar a tu hijo o hija por primera vez al cine. Es decir, si tiene 2 o 3 años, esta película puede ser una buena elección (que tampoco perfecta, cuidado). El filme es más simple que el mecanismo de un chupete. Su historia se mantiene sobre unas bases tan vistas y repetitivas que se hace casi insufrible para los mayores. ¿Cuántas películas se han hecho sobre el no perder la inocencia infantil y seguir creyendo en cuentos? Faltan dedos para contarlas, pero, aunque pueda ser un mensaje bonito, resulta extenuante, y muy poco original, basarse, otra vez, en la misma idea de siempre: malo, que no cree en la imaginación, intenta acabar con todos los cuentos, y niña que está dejando de creer en los cuentos, necesita recuperar esa ilusión, con la ayuda de sus amigos los Lunnis. Todo perfecto, pero los padres tendrán que contentarse con intentar ver que sus hijos se lo están pasando bien (si es que consiguen pasárselo).
Probablemente, este producto haya sido hecho sobre un guion ya realizado. La película no pierde ninguno de los los lugares comunes del cine preescolar. Es muy difícil hacer una crítica de una película de la que, claramente, no eres público objetivo. Para ello es necesario colocarse en la situación de como hubieses visto tu esa película siendo pequeño. Creo que, principalmente, podría ser un buen entretenimiento infantil para la mañana de un fin de semana, en el salón de casa. Algo que probablemente nos distraería mientras jugamos con algún pequeño juguete entre nuestras manos. Los Lunnis tienen cierto carisma. Son unos muñequitos que caen simpáticos, y que puede resultar hasta enternecedor ver que siguen siendo marionetas, a la vieja usanza.
A parte de ellos, tenemos todo un elenco de actores (entre argentinos y españoles) que intentan meterse en la piel de distintos personajes de cuento (con un intento de toque humorístico). Algunos lo hacen mejor que otros, pero todos realizan actuaciones difíciles de valorar, al estar enmarcados en los límites del histrionismo, que hará gracia a los más pequeños. Quizá una de las parodias de cuentos más divertida sea la de ese Mago de Oz argentino, que es todo un charlatán vende humos. Como mínimo, te dibuja una sonrisa. A su vez, tenemos también al villano de la historia, visto y requetevisto (una especie de mezcla, por ejemplo, de Sportacus y Robbie Rotten, de la también serie infantil LazyTown) con ese toque de payaso y tontorrón malvado que ya cansa un poco.
Sin duda, aburre, aunque, repito, a los más pequeños quizá les haga gracia. Pero la palma se la lleva la gran amiga de los Lunnis, Lucrecia, un personaje insoportable de ver en pantalla. Quizá a los niños, con esas trenzas de colores, les parezca divertida, pero oírla decir una sola palabra es realmente un martirio. Al igual, un poco, que la pequeña protagonista Carla Chiorazzo, que es demasiado pequeña para valorar con razones suficientes, pero que se nota que ha habido poco trabajo de dirección tras ella.
A parte de todo esto, lo que más se lamenta de la película, a pesar de que se dirija a un público muy pequeño, es que el apartado técnico no esté más cuidado. Es verdad que uno pasa por alto la cantidad de cromas mal hechos, y funcionales hasta la médula, pues todo tiene ese toque de programa infantil que lo pide un poco. Pero todos los colorines y demás parafernalia podrían recrearse con cierto cuidado. El interés visual de la película está bajo cero, y quizá el único momento más rescatable sea la aparición de ese Ratoncito Pérez animado, que resulta lo más perfilado dentro del apartado técnico (mas allá de ser el mismo ratoncito de la película que realizó Buscarini en 2006). También esa especie de industria en la que trabaja el villano, escenario de nuevo reciclado de multitud de películas, series y programas infantiles, sirve al menos como curioso ambiente para crear algún número musical más destacable. Y es que ese es otro de los elementos de la película, las canciones que la componen. Todas ellas con mensaje, y que sirven como narradoras, cosa que es de agradecer, especialmente porque, en su mayoría, son canciones bastante rescatables. Se nota que, tras algunas de ellas, está el gran músico y compositor Guille Milkyway (La Casa Azul). Su sonido es rápidamente identificable y, en más de un momento, te despierta del letargo en el que te sume su, por cierto, algo alargado metraje (o al menos aparentemente largo).
En definitiva, La gran aventura de los Lunnis y el libro mágico, es una película destinada a los más pequeños de la casa, olvidándose por completo de sus acompañantes. Como iniciación para una sala de cine, o como pasatiempo para los infantes, quizá sea rescatable, pero, como película en sí, es, realmente, un descalabro bastante mayúsculo. Creo que hay opciones más divertidas, como las que hace Pixar o Disney, cuyas animaciones pueden entretener a los niños y niñas, pero también tienen un trabajo de construcción detrás mucho más compacto para los adultos (el ejemplo de Los Increíbles 2 o Ralph Rompe Internet). Aunque es verdad que aquí hablamos de películas cuyo rango de edad comienza a ser algo más mayor, pues, como se decía en el título de la crítica, La gran aventura de los Lunnis y el libro mágico no está recomendada para mayores de 6 años. Eso, sin duda, tenedlo en cuenta.
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- ##check## Lo bueno
- Las canciones de Guille Milkyway.
Quizá pueda gustar a los más pequeños de la casa, sobre todo por el carisma de los personajes, los Lunnis. - ##times## Lo malo
- La fealdad visual. Sus deficientes efectos visuales.
La insoportable interpretación de algunos de sus actores. La poca originalidad de la propuesta, que se cimienta sobre una historia y moraleja mil veces vista.
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- Ambientación 4.0
- Bastante pobre y fea. En su mayoría, es una ambientación recreada en pantallas verdes, pero que destaca por un simplismo bastante grande. Aunque también algo acorde con el tipo de producto.
- Desarrollo de Personajes 4.5
- Hay dos desarrollos: el de la niña y el del malo. Son simples y vistos hasta la médula, pero al menos lo tienen, y consiguen el final que todos preveíamos desde el inicio, pero que puede gustar a los más pequeños.
- Argumento / Guión 3,5
- Seguramente se haya hecho sobre una plantilla ya esquematizada y realizada para muchas películas de este tipo. Ya se ha visto y hay poco que contar. Es muy poco original.
- Banda / Sonora 6.0
- Una banda sonora creada a través de canciones infantiles que son, en su mayoría, divertidas y salvables. Se nota que tras ellas hay compositores decentes, como es el caso de Guille Milkyway.
- Entretenimiento 3.5
- Pues a lo mejor, para un niño de entre 1 y 5 años, la película sea entretenida. Para los padres será un sufrimiento por el que tendrán que pasar, y cuya única recompensa sería la de ver a sus hijos un poco felices, aunque sea.
- Montaje / Innovación técnica 3.5
- Escasa y muy tosca. La innovación técnica es inexistente. Parece una película realizada a inicios de siglo. Por lo demás, el montaje tampoco se salva mucho, pero el material precedente parece bastante difícil de salvar.
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- Puntuación Total 4 / 10
Trailer:
Fuente Imágenes: Filmax España
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