Traductora: David Tejera ExpósitoEditorial: NovaISBN: 9788466655026Páginas: 610
Son muchos los libros publicados acerca del mundo de los videojuegos: cómo son ideados, la industria creada alrededor de ellos, sus personajes, sus historias,... Pero estoy segura de que ninguno de ellos puede compararse al que hoy reseñamos aquí: La gran historia de los videojuegos es un libro tan completo, con tanta información, que pocos podrían competir con él.
Y eso que el libro fue publicado en Estados Unidos hace ya quince años, con lo que muchos de los hitos de esta industria no aparecen, como puede ser el nacimiento de las últimas consolas de Microsoft, o de la Nintendo Wii y DS de Nintendo. Sin embargo, a pesar de que la historia de este pasatiempo se queda en el año 2001, éste no debe ser un dato que nos haga dejar de plantearnos su lectura, puesto que todo lo que se nos cuenta es verdaderamente interesante y entretenido.
Steven L. Kent empieza a contarnos su historia desde que aparecen las máquinas de pinball, ya que según él éstas fueron básicas para que después se desarrollaran los videojuegos. A partir de aquí, y a lo largo de prácticamente un siglo, esta industria experimentó un crecimiento como pocas otras, y nosotros lo encontramos admirablemente explicado por Kent.
La gran historia de los videojuegos está plagada de anécdotas que harán las delicias de los aficionados a este tipo de juegos, algunas de ellas conocidas pero otras no tanto. Vivimos con este libro la época dorada en la que era casi imposible no encontrarse un Pac-Man o un Space invaders en cualquier local, cómo Miyamoto creó en Nintendo al famoso Donkey Kong, o la polémica surgida con la comercialización de un juego tan violento como Mortal Kombat. Todos estos datos están aderezados con multitud de testimonios que Steven L. Kent recogió de ingenieros, directores de marketing, jefes de compañías de videojuegos,... En resumen, un trabajo espectacular que nos da una visión completísima del hobbie favorito de millones de personas.
¿Un fallo en este libro? El único que le encuentro es que trae pocas fotos o ilustraciones, y las que aparecen son en blanco y negro, y no de gran calidad. Con unas buenas fotos en color, La gran historia de los videojuegos hubiera sido perfecta. Aún así, es el regalo ideal para los aficionados interesados en conocer mucho mejor un hobbie al que algunos incluso consideran un arte.