Hasta hace dos días, los altos cargos de ambas Coreas precisamente no intercambiaban buenas palabras. E incluso tuve la ocasión de ver a militares debilitados norcoreanos deseando la muerte a voces del Ministerio de Defensa de Corea del Sur clavando con las espadas el muñeco con su cara. Pero ayer la sorpresa llegó. La reunión entre las dos partes se realizó durante varias horas coincidiendo con la ceremonia de clausura de los Juegos Asiáticos de Incheon. Hwang Byong Seo (encargado de defensa), Choi Ryong Hae (secretario general del Partido de los Trabajadores) y Kim Yang Keon (encargado de reunificación) representando a la delegación norcoreana y Kim Kwang Jin, anterior ministro de defensa y actual encargado de servicio de inteligencia y Ryu Gil Jae, el ministro de reunificación. Sonrisas y saludos se intercambiaron, algo que solamente algunos meses era algo realmente impensable.
¿Esto puede un pistoletazo de salida hacia una reconciliación entre ambos países? Si y no. Es probable que este encuentro haya llegado al nivel del abrazo que protagonizó Kim Dae Jung y Kim Jong-Il en junio de 2000 pero sin debatir profundamente los problemas (y numerosas) que existen en la península es difícil y en este caso, dicha profundidad no se ha llevado a cabo de forma coherente. Pero se destaca especialmente por haber retomado el diálogo (aunque sea fugazmente) después de años sin dirigirse la palabra y jugando a elevar la voz delante de los medios. Dicen que a finales de este mes ocurra una conversación con más tiempo.
Respecto a Kim Jong-Eun se puede decir varias cosas. Que surgen rumores sobre una posible revolución interna para derrocar al líder o que su enfermedad es mucho más grave de lo que parece aunque Hwang, Choi y Kim trate de calmar las habillas. Pero hay que decir que la fecha clave es el día 10 de octubre. El día de la fundación del Partido de los Trabajadores. En caso de no haber aparecido ese día, si que se podría asegurar que el joven líder se encuentra en un estado físico muy deteriorado. Pero tratemos de no especular demasiado ya que eso conlleva a la manipulación mediática y, por consiguiente la no credibilidad de las cosas. El diario de Corea del Norte