Quisiera apelar a la grandeza de nuestra historia local, una historia pequeña, si, menuda, pero historia, Una historia, que personalmente pienso que es rica en si misma. Una historia local cuya grandeza radica en la posibilidad de ser contada ésta, tanto por un químico, como por un panadero, tanto por un pescador como un ingeniero, y que no es sólo un préstamo de la figura del historiador en sí mismo.
Y ahí es donde radica la grandeza de nuestra historia local, la cual no pretende ser contada tan solo por el académico sino que en ella tienen cavidad toda la ciudad. En realidad es la verdadera historia de nuestro pueblo.
Pero en cambio los historiadores no podemos hacer pan en el difícil arte del amaseo, ni crear una formula para un milagroso remedio.
Qué grandeza nuestra historia local!
Sabemos que los Historiadores de antes , apenas tenían en consideración en la facultad la hº local, en cambio, en el paronama actual, es decir hace mas o menos 30 años para acá la historia menuda, la historia local es considerada como una gran fuente potencial para poder entender la realidad de un pueblo. Esto es así, no me lo e inventado yo!
También sabemos que nadie tiene cátedra en la historia y que nuestro pasado se ha de contar con humildad, precisamente para que tod@s la entendamos, y no caigamos en el error de la arrogancia..
Y no seré yo quien critique a alguien que tenga la delicadeza de hablarnos de nuestra historia, pero si esto a menudo, se repite, y encima no es por la figura del historiador, por mal camino vamos!
Lógicamente algunos tenemos el inmenso favor de poder consultar otras fuentes, fuentes heredadas, e incluso con documentos originales. Sin dejar de lado, claro está, a los grandes libros de cabildos de nuestro ayuntamiento, los archivos y fondos de san mateo San Francisco y cualquier otro gran archivo como el de Simancas etc…
Es obvio que me valgo de estos fondos, e incluso algunos con tintes añejos, que no significa viejo, cuanto menos curiosos y de los cuales iran saliendo para aclarar algunas confusiones de nuestra historia local. Me refiero indudablemente al archivo de Don Jesús Terán Gil, un excelente archivo, que ya heredó el cronista oficial de su padre Francisco Terán, y que casualmente también fue cronista y estudioso de nuestra ciudad. Parece como si el futuro de sus plumas quisieran pasar año tras año, y seguir el testigo un poco, de modo humilde y a veces tosco por este que os habla.
Es decir 3 generaciones de historia, de documentos inéditos, de crónicas añejas, que en ningún momento debemos de desaprovechar.