Las vigas y regletas de hierro, así como el vallado perimetral, están valorados en más de 30.000 euros y fueron sustraídos de instalaciones del Ayuntamiento de los Palacios, en diferentes momentos
Agentes de la Guardia Civil, pertenecientes al Puesto Principal de Los Palacios han detenido a 7 vecinos de la misma localidad, como autores de sendos delitos de hurto y estafa.
Los hechos se vienen investigando desde principios de enero, momento en el que un representante municipal denuncia el robo del vallado perimetral de una instalación destinada al almacenamiento de material propiedad del Ayuntamiento. Según los datos aportados, el valor del vallado sustraído ascendía a 29,963 euros.
Posteriormente, en el mes de mayo, en la misma instalación, se constata el desmantelamiento y la sustracción de estructuras de hierro, cuyo valor estimado es de 2500 euros. Agentes del Área de investigación del Puesto de los Palacios que investigan el caso y han inspeccionado el lugar, tienen bastante seguridad de que la forma de sustraer el material solo puede tener como finalidad la chatarrería.
Los Agentes inspeccionan un total de 10 chatarrerías, hasta que en el Polígono El Muro, se localiza un material que se ajusta con lo sustraído y así posteriormente es confirmado por los denunciantes, sin género de dudas. El propietario de la chatarrería que pagó 1.200 euros por los hierros, aporta todos los datos de las transacciones, los cuales permiten identificar y detener por delitos de hurto y de estafa (hacia el propietario de la chatarrería) a siete vecinos de Los Palacios implicados en los hechos: A.V.R., F.J.V.R, F.R.A., J.M.P.J., F.R.A., R.A.S. y S.B.S.
Según han podido saber los Agentes, los siete implicados forman tres grupos distintos, el primero de ellos habría cortado el material y cargado con parte del mismo con destino a la chatarrería, y los otros dos implicados habría visto, a su paso por la zona, el precario estado de la instalación y, aprovechado la situación de la misma, se habrían apropiado y cargado con el material que podían cargar cada uno, para proceder a su venta en la chatarrería.