Edición en español (2016)
-Sin verdadera tensión ni garra.-Género. Novela histórica.
Lo que nos cuenta. En el libro La Guerra de las Dos Rosas. Tormenta (publicación original: Stormbird, 2013), y años después del fallecimiento de Enrique V, el actual rey Enrique VI de Lancaster tiene un carácter muy distinto a su antecesor, prefiere rezar a gobernar Inglaterra, es poco belicoso, muy enfermizo y delega muchas decisiones en personas con intereses propios. Cuando uno de sus consejeros busca una solución para alcanzar la tregua con los franceses que su monarca le ha pedido, pone en marcha una serie de acontecimientos que desembocan en conflictos con Francia, conflictos internos en Inglaterra y movimientos de la Casa de York para acercarse al poder. Primer libro de la saga La Guerra de las Dos Rosas.
Mi opinión. Libro que, en sana ley, no trata sobre la Guerra de las Dos Rosas sino que presenta antecedentes de los hechos (ni todos ellos ni todos sus protagonistas) para, supongo yo, hacer más “bulto” en los volúmenes de la saga, de ritmo estable y trotón pero muy variable en la intensidad de los contenidos, lleno de momentos de “acción” cuya pertinencia directa para la guerra civil (incluso para sus orígnes) que enfrentó a los Lancaster con los York (y sus respectivos aliados) es menos que mínima y más que indirecta pero que, de nuevo, hacen “bulto” y poco más, coral, dinámica, con bastantes personajes de ficción que ayudan a engarzar la trama para contar las cosas como desea el escritor o para que haya alguien siempre en los lugares y momentos que desea resaltar (y con la mayoría de páginas de libro en su haber), con personajes reales de la historia construidos de una manera que hace difícil empatizar con ellos (con la excepción de Margarita de Anjou, aunque por poquito), muy rápida de leer y que, quizá, haya pagado un precio demasiado alto para servir de introducción a la verdadera guerra (pero lo averiguaré cuando lea el segundo volumen, que ya está en la pila de libros pendientes).
Destacado. Algunas personalidades de los personajes (y las supuestas razones para sus actos o inacciones) son, a mi parecer, algo distintas a las que la historiografía, por lo general, ha indicado.
Potenciales Evocados. ¿Sabían ustedes que hace años, cuando George R. R. Martin comenzó a pensar en Juego de Tronos, lo planificó con una ambientación en la Guerra de las Dos Rosas? ¿Lannister? ¿Lancaster? ¿Stark? ¿York? Incluso tiene escenas o actos coincidentes; más cerca (tampoco mucho, pero seguro que me entienden) de la saga del autor sobre Césarque de la que dedicó al Imperio Mongol.