En esta película, a Harrison Ford le fue encargado un papel de secundario, que el se encargaría de transformar en relevante para la saga. Tenía que interpretar a un mercenario y piloto, llamado Han Solo, que era contratado por Luke Skywalker para ayudarle a rescatar a la Princesa Leia. Parecía que sus apariciones se limitaban a ser simpáticas y quedar en segundo plano, pero el carisma de Harrison Ford y el potencial que desprendía (del que se dió cuenta Lucas durtante el rodaje y pases previos de la película) hiceron que el personaje encarnado por Ford casi se comiese a los que le rodeaban, pués el público respondía con gran devoción hacia su personaje y sus entradas en acción eran de lo más entretenido del film.
Su relación con un "gorilucho" peludo y gigante llamado Chewbacca, que le ayudaba en sus tareas de pilotaje, le daba un toque de ternura a un personaje de lo más sarcástico y que aportaba el humor y las frases irónicas al film. Además caía bien en su intento de conquistar a la Princesa, con la que entabla una relación (en este episodio) en la que saltan chispas. Su espíritu de libertad y de aventurero le valieron la gracia de los espectadores, sobre todo, de los más mayores. Mientras los pequeños querían luchar como Skywalker o Darth Vader, los mayores y jóvenes se lo pasaban en grande con Han Solo, viéndole pilotar su Halcón Milenario y disparando con esa pistola "retro".
En fin, nadie puede negar que esta primera gran aparición de Harrison Ford fue la que le dió a conocer a nivel mundial y la que le facilitó el convertirse en uno de los actores más influyentes de aquellos años, protagonizando películas que han pasado a la historia. Y, no hay duda que no solo Harrison Ford es una leyenda del cine, como actor, sino que ha sido capaz de convertir a cada uno de sus personajes en auténticos iconos del séptimo arte; como a este maravilloso Han Solo.