Entre dos pueblos franceses: Verlans y Longeverne, existe una especial rivalidad desde hace años. Los niños de ambas localidades se verán envueltos en una especie de guerra que consiste en dejar al bando oponente sin botones en su ropa. Este infantil enfrentamiento tendrá lugar durante la ocupación nazi de Francia, por lo que otras historias más importantes que la guerra de los botones involucrarán a todos los habitantes y a los muchachos de los pueblos.
Simpática comedia francesa del responsable de las excelentes París, París y Los chicos del coro. Aquí vuelve a demostrar que es un muy buen director de elencos juveniles. La historia sigue los mismos derroteros bienintencionados y positivos de sus otras películas, pero consigue no resultar cursi o poco creible. La historia que se nos cuenta esta muy bien enlazada y las formas son bastante efectivas. El espectáculo se mezcla con el entretenimiento y el humor de manera aceptable y pasajera.
Ésta es una de esas comedias que hacen pasar un buen rato, con personajes de lo mas simpáticos y que tampoco deja la sensación de haber asistido a un producto de mala calidad, sino todo locontrario: se trata de un producto con bastante buen gusto. Y es que los franceses son expertos en contar historias de una manera formalmente bella, pero que no van mas allá de sus simpáticos y simples planteamientos. No es mejor que la obra original, pero es igual de entretenida. (6/10)