La Guerra de los Mundos, de H. G. Wells

Publicado el 22 noviembre 2011 por Monotematicosfm @curnom


 
Desde la Tierra se observan unas inexplicables explosiones en la superficie del planeta Marte. Tiempo más tarde unos extraños objetos cilíndricos llegan a la superficie terrestre envueltos en llamas, como meteoros. Ante los asombrados ojos de los habitantes de la campiña inglesa, de su interior salen unos impresionantes artefactos de tres patas que, tripulados por unos raros serefactor que nadie ha tenido en cuenta aparece para librar a los humanos de su inminente perdición. ¿Les sues, lanzan mortíferos rayos que carbonizan a todo ser viviente que es alcanzado y siembran la destrucción a su paso. Nada pueden oponer las armas ni los ejércitos terrestres a la potencia destructora de los marcianos: la humanidad está en peligro como nunca antes en su historia. Pero cuando todo parece perdido, un na el relen el rcianos destructivos es sin duda uno de los temas más repetidos. Pero en este libro es una idea original, ya cine, e incluso en el mundo de los videojuegos, la invasión de la Tierra por parte de una raza de maque es la primera vez que se plantea, abriendo el camino para toda la producción “de marcato?En la historia de la ciencia ficción, ya sea en la literatura o ianos” posterior.
Herbert George Wells está considerado, junto con Julio Verne, como uno de los padres de la literatura de ciencia ficción, anticipando en sus obras fantásticas temas que con el tiempo se volvieron realmente importantes, como la robótica o las armas nucleares y químicas de destrucción masiva. Pero no se quedó ahí; fue un prolífico autor que abordó obras muy diversas, desde novelas de contenido social a ensayos sobre temas históricos o políticos.

Convencido defensor de los derechos humanos, se vinculó a grupos que intentaban llevar de manera pacífica y racional el socialismo a la sociedad de su tiempo. Criticó los usos y costumbres de la época victoriana y las prácticas imperialistas británicas. Su idea básica era que el hombre podía superarse gracias a la educación y la cultura, y durante las guerras que asolan el mundo durante la primera mitad del siglo XX reclama paz, diálogo y coexistencia, aunque con el tiempo se fue volviendo bastante pesimista. Toda la obra de H.G. Wells está influenciada por sus profundas convicciones y La Guerra de los Mundos no es una excepción.
Aunque pueda parecer solo un simple libro de entretenimiento - sin duda es un libro ameno y entretenido, lo cual no es poco -, en realidad fue concebido como un alegato contra el colonialismo imperante y una llamada de atención ante la seguridad ficticia y la fatua vanidad que imperaba en la satisfecha sociedad occidental de entonces. En el libro, el autor coloca a sus compatriotas en el difícil trance de ser sojuzgados por una raza venida de lejos, poseedora de una tecnología muy superior, ante la que no tenían la más mínima opción. Es decir, poco más o menos lo que sufrían los pueblos sometidos por el Imperio Británico.
A los que se acerquen por primera vez a este libro quizás les sorprenda que la acción transcurra en la Inglaterra Victoriana; y así es, aunque pueda chocar un poco la presencia de extraterrestres en esta época. El libro fue publicado en 1898 y los sucesos se desarrollan en los últimos años del siglo XIX, y la mayor parte de las versiones que se han hecho de él para los distintos medios están ambientadas en la época en que fueron concebidas.
De las principales adaptaciones para el cine, la más clásica, dirigida en 1953 por Byron Haskin, es bastante poco respetuosa con el original: las naves extraterrestres parecen mantarrayas y no tienen patas, sino que levitan, no aparece el humo negro, ni la hierba roja, etc. De las claves de la obra prácticamente solo incluye la invasión marciana llegando en forma de meteoritos, el rayo calórico y la furia asesina de los marcianos. Es inevitable la huella de la Segunda Guerra Mundial aún muy reciente: los terrestres atacan a los marcianos con una bomba nuclear. En la versión de 2005, dirigida por Spielberg e interpretada por Tom Cruise, al menos los vehículos marcianos sí son trípodes, aunque no caen como meteoritos sino que salen de bajo tierra, después de que una negra nube descargue una serie de rayos sobre el suelo. Esta versión es algo más fiel a la idea original que la anterior, aunque ambas se desarrollan en Estados Unidos en lugar de Gran Bretaña, y la acción de cada una es contemporánea a la fecha de su realización.
Casualmente, el mismo año 2005 apareció otra versión, de bajo presupuesto y dirigida por Timothy Hines, que ambienta la historia en su ubicación y época original, aunque su difusión fue muy limitada; que yo sepa solo se editó en video.
Probablemente no haya en la historia otro libro cuyas versiones para la radio hayan tenido más resonancia que las realizadas para la gran pantalla que La Guerra clásico, sino que se ha convertido en todo un fenómeno sociológico que ha sido citado innumerables veces como ejemplo del poder que los medios de comunicación pueden ejercer sobre el público. Hay que subrayar también su influencia sobre las adaptaciones posteriores, en particular sobre las dos películas de más éxito ya citadas más arriba.
El 12 de Febrero de 1949 se repitieron las escenas dde los Mundos. La emisión radiofónica de Orson Welles de 1938 no se limita a ser una versión más del e terror cuando se radió un programa similar en Quito (Ecuador), aunque los resultados fueron aún más trágicos. Una multitud enfurecida al sentirse engañada asaltó el edificio donde funcionaba Radio Quito, prendiéndole fuego y causando la muerte a cinco personas. Aún se realizarían más emisiones con parecida respuesta de pánico por parte de los radioyentes no advertidos, como la del 25 de junio de 1958 desde Lisboa, aunque más recientemente los promotores de homenajes al programa original de Welles han puesto buen cuidado en avisar previamente a la audiencia.
En 1978 Jeff Wayne, un músico norteamericano, lanzó un álbum conceptual reinterpretando La Guerra de Los Mundos, con una serie de temas musicales alternando con las voces de un narrador-protagonista y de varios personajes escenificando los hechos. La obra tuvo mucho éxito en su momento y posteriormente se editaron múltiples versiones, entre ellas algunas narradas en diferentes idiomas (en la original el narrador era Richard Burton, y en una de las españolas Anthony Quinn). Inspirado en este trabajo GT Interactive desarrolla en 1998 un juego homónimo para PC, que luego fue adaptado para Playstation. El propio Jeff Wayne arregló varios temas de su álbum para el videojuego. Fue uno de los primeros de estrategia en tiempo real y pionero en el uso de gráficos 3D, y también tuvo su momento de éxito. En 2005 la película de Spielberg puso una vez más de actualidad La Guerra de los Mundos, lo que fue un buen pretexto para reeditar la obra de Wayne y realizar diversos tours de actuaciones en directo, que aún hoy se siguen programando.
En la segunda parte de La Liga de los Hombres Extraordinarios el gran guionista Alan Moore imagina una invasión calcadita, en tiempo y forma, de La Guerra de los Mundos, aunque esta vez los marcianos cuentan con la colaboración del Hombre Invisible. Personaje, por cierto, producto también de la mente de Wells. Todo lo anterior es solo una mínima parte de lo que se podría decir de Wells y su libro, pero puede dar una idea de la influencia que el autor y su obra han tenido y tienen. A partir de ahora, cada vez que os aparezca un extraterrestre, marciano o no, en una pantalla, grande, pequeña o mediana, o en el libro o cómic que estéis leyendo, pensad en Wells. Y el que no se lo haya leído que no espere más.