El acontecimiento por el que la Dama de Hierro se convirtió en una figura internacional fue, sin duda, la guerra de las Malvinas.Independientemente de la determinación de la PM, la guerra de las Malvinas llama la atención por tratarse de un conflicto bélico clásico entre dos Estados desarrollados. En un final de siglo donde el carácter de los conflictos estaba mutando, nos encontramos con el más clásico de los Casus Belli: la invasión de un territorio soberano por una disputa territorial. Parecía que después del desastre de Suez de 1956, ningún país europeo tenía la capacidad ni la determinación de emprender una guerra convencional en solitario. Más teniendo en cuenta las dificultades logísticas de luchar a doce mil kilómetros de la metrópoli y con unas condiciones climáticas adversas. Los argentinos, a pesar de contar con una ventaja logística (las islas están a sólo cuatrocientos kilómetros de sus costas), chocaron con la determinación de la PM británica y se prepararon de forma deficiente y torpe. Subestimaron la determinación de la PM. Esta fue, sin duda, la guerra de Thatcher.
El acontecimiento por el que la Dama de Hierro se convirtió en una figura internacional fue, sin duda, la guerra de las Malvinas.Independientemente de la determinación de la PM, la guerra de las Malvinas llama la atención por tratarse de un conflicto bélico clásico entre dos Estados desarrollados. En un final de siglo donde el carácter de los conflictos estaba mutando, nos encontramos con el más clásico de los Casus Belli: la invasión de un territorio soberano por una disputa territorial. Parecía que después del desastre de Suez de 1956, ningún país europeo tenía la capacidad ni la determinación de emprender una guerra convencional en solitario. Más teniendo en cuenta las dificultades logísticas de luchar a doce mil kilómetros de la metrópoli y con unas condiciones climáticas adversas. Los argentinos, a pesar de contar con una ventaja logística (las islas están a sólo cuatrocientos kilómetros de sus costas), chocaron con la determinación de la PM británica y se prepararon de forma deficiente y torpe. Subestimaron la determinación de la PM. Esta fue, sin duda, la guerra de Thatcher.